Entrevista | «Ser pavos y no temer mostrarlo: ese es el encanto de Suerte Campeón»

Suerte Campeón nació un día que Mateo Vega (mejor conocido como Santino Amigo) decidió formar una banda. Él juntó a varios contactos suyos de confianza y arrancó el proyecto. Sin embargo, con el paso del tiempo, se volvió testigo de un constante cambio —entrada y salida— de integrantes.

A pesar de ello, la banda ganó considerable popularidad en poco tiempo. Sus letras vinculadas a temáticas como la depresión y el uso de estupefacientes para combatirla se volvieron la fórmula para acercarse a decenas de jóvenes cándidos de la capital peruana.

Unos días antes de la cuarentena pudimos conversar con Jean Paul Medroa, Andrés Gutierrez, Santiago Aragón y Sebastián Barrenechea, actuales miembros de Suerte Campeón. Ellos —sin su líder, Santino, quien estaba ocupado en la chamba— nos hablaron sobre cómo es el fenómeno que están viviendo y qué significa crecer en la hostil Lima.

¿Cómo es que Suerte Campeón consiguió fans?

Andrés Gutierrez: Qué fea pregunta… Yo creo que fue a base de memazos y de aprovechar la situación sadboy en el país y en la capital. Más o menos 2017 o 2018 —o sea inicios del 2018— empezamos a ganar más gente, pero justamente por el hecho de esta onda sadboy que creció bastante. Nos identificábamos más o menos así y creo que por eso la gente se identificó también.

Jean Pual Medroa: Los memes son la clave, pero no a todo el mundo le funciona. Por ejemplo, hemos dado con un caso ahorita.

Andrés: Ah, sí. De una banda «X», que si tienes 30 años no puedes hacer memes para gente de 20 años, ¿manyas? No da.

Jean Paul: No a todos les funciona.

¿Cómo es para una banda que recién empieza conseguir espacios para tocar? ¿Cómo se introdujeron al circuito?

Andrés: A nosotros, en el 2016, nos invitaban a conciertos que de conciertos no tenían nada, porque solamente llegabas y tocabas para las otras bandas y ya estaba. Era —más que todo— contactos. En nuestro caso, por ejemplo, nos ayudó bastante que Santino ya tocaba en otra banda y lo conocían de esa banda. «Ah, ya pues que se metan». Y como no cobrábamos absolutamente nada, nos daban una chela para cinco personas. Ahora ha cambiado.

Jean Paul: Sí, ahora está más fácil; bueno, no más fácil. O sea, hay más gente interesada en promover eventos y toda la cosa. Pero sí, creo que al inicio —como dicen— tienes que pagar piso: tocar porque tienes que tocar para que la gente te escuche.

La profesionalización de Suerte Campeón

En julio del año pasado, Suerte Campeón lanzó ‘La Edad No Me Deja Pensar’. El disco fue algo que esperaban tanto ellos como sus fanáticos; sin embargo, se topó con una pequeña resistencia. Hubo personas —pocas pero hubo— que afirmaban que parte de su esencia eran las grabaciones amateur y la escasa producción.

La banda no hizo caso a estos comentarios. Ellos estaban muy contentos con el resultado obtenido. Se trataba, después de todo, de su primera producción profesional. Aún así, nunca quedó muy claro cuál fue el motivo del cambio.

En su último disco las canciones tienen un sonido más pulido y limpio. ¿Esto fue porque ustedes así lo querían o era más un paso necesario para profesionalizarse?

Andrés: El primer EP fue resultado de un broder que se quería graduar de la carrera y dijo: «Oye, les hago un EP al toque». Y lo hizo así. Entonces no pensábamos tanto en «necesitamos un sonido así». Luego, cuando regresamos, volvimos a tocar y estábamos en proceso de hacer el disco, la primera fase de ese disco sonaba… feo, sonaba a Casa Bagre. Pero estábamos contentos con eso, porque no sabíamos que podíamos trabajar en un sonido propio y hacerlo como está ahora.
Creo que no lo buscamos, llegó porque tenía que llegar o porque las personas correctas llegaron a nosotros y ya, ahí quedó. Pero no es que nosotros busquemos un sonido así tal cual producido.

Jean Paul: En vivo a las justas hay pedales, ni siquiera es algo que busquemos, en realidad. Yo creo que el disco fue más algo que la gente pidió.

Andrés: Va por ahí con la premisa de que cualquier persona puede hacer lo que nosotros hacemos tanto en el escenario como en redes. No es como que nosotros queramos hacer una cosa súper producida como otras bandas, que sabemos que sí pueden hacerlo. Nosotros no podemos… Somos cojudos.

¿Cómo han crecido sus tocadas en los últimos dos años?

Andrés: En mi caso, el primer concierto fue para siete personas, de las cuales cuatro eran de las bandas (todos ríen). En serio. Fue locazo porque cuando tuvimos el parón y luego cuando regresamos —la primera tocada de Jean Pol— fue sold-out. Fue una cosa increíble.

(Andrés se refería a El Peor Día de tu Vida, el concierto de regreso de Suerte Campeón en el local de Nueva Ola. Como Santino ingresó a un centro de rehabilitación, la banda cesó por 8 meses. Al regreso de su líder, Suerte ofreció un concierto exitoso con sold-out incluido. Revive esa especial noche con nuestra crónica del evento).

Andrés: Ya habíamos tocado antes para más personas. Fue en Help!.

Jean Paul: Yo Fui (ríe).

Andrés: Claro, Jean Paul fue como fan. A mí me dijeron que había 600 personas, no sé si es verdad o es mentira. En nueva Ola fueron como 350. Bueno, a partir de ese show hemos tenido varios shows que han sido sold-out con un montón de gente; para El Rock Ha Muerto también.

Jean Paul: Claro, yo creo que también ha ido de la mano con que ahora tenemos un management que nos ayuda un culo a cerrar varios eventos. También tuvimos la oportunidad de tocar en Movistar Música. Esa fue mi segunda tocada —nada que alardear—. Han habido más y más tocadas y yo creo que la más grande fue la de El Rock No Ha Muerto, que fueron como 1000 personas más o menos. Era en el Festiva, que es gigante.

Andrés: Tú aún ves a Suerte tocando en un Victoria Bar para 30 personas, —que antes era como que bravazo, porque Victoria Bar es bien chiquito a lo que hacemos ahora que normalmente para cada show hay un mínimo de 200 personas por lo menos, dependiendo mucho del lugar de la tocada—. Es bravazo porque yo siento que seguimos haciendo lo mismo que hacíamos hace dos años o tres años, solamente que ahora de una manera más responsable. No es como que haya cambiado mucho.

Suerte Campeón y la argolla

Se le llama «argolla» a un conjunto de personas que forman un círculo cerrado e influyen subrepticiamente en las decisiones de un superior o limitan de forma deliberada la participación de terceros. Es decir, gente que perjudica a otros mediante sus influencias.

Este término ha sido muy usado en diferentes ámbitos en el Perú. Más allá del fútbol y la política, para el arte. Entonces, ¿es cierto que para hacer arte en Perú primero hay que acceder —o por lo menos agradar— a ciertas personas? Muchas bandas lo afirman, mientras otras lo refutan. ¿Entonces?

Existe el mito —no sé qué tan mito, en realidad— de que hay una argolla en la escena musical limeña. ¿sienten que es así, ustedes ya pertenecen a ella o qué posición tienen?

Andrés: Somos lo reyes de la argolla.

Jean Paul: No podemos hablar, porque sino nos matan.
De hecho hay bandas que están ligadas a otras bandas y siempre tocan juntas. En realidad eso pasa siempre con las generaciones. Nosotros también tocamos con 16 Bits, porque son nuestros patas, no porque haya una mega empresa detrás que nos diga «Oye, toquen con esta banda. Igual, de hecho hay. No es que lo niegue.

Andrés: Aparte es generacional. Por ejemplo, nosotros con 16 Bits —que es como que con quien más compartimos escenario— o con Ángelo [con Baja Autoestima] somos de la misma edad. Ahora han salido una camada de bandas, que son un montón. Ellos también tocan juntos. Todos sus eventos son básicamente lo mismo, pero en otro bar. Es como pegarte a bandas que crees que van a crecer contigo.

Pero ahora van a tocar con Tourista…

Jean Paul: Tourista se dio cuenta de algo. No voy a decir nada más… No, mentira, todo bien.

Andrés: Lo de Tourista es como un llamado a nosotros de que estamos haciendo bien las cosas. No nos están pagando menos de lo que deberían, nos hicimos respetar. Obviamente, también parte del trabajo de management que realiza Kids On Coffee. No creo que pertenecer a cierta argolla sea tan real para nosotros, porque podemos tener tocadas como El Rock Ha Muerto, que son en un local súper grande, y también podemos tocar en lugares en donde tocamos desde siempre, como Casa Bagre, donde tocamos desde que abrió hasta hoy.

Jean Paul: Además que con Tourista estamos tocando en Vichama, un lugar bien chiqui para ellos. Para nosotros no, porque es un lugar donde solemos tocar. No creo que sea argolla. Solamente nos llamaron y dijimos ya.

(Lamentablemente para Suerte Campeón y para todos los que esperaban ir, este concierto se suspendió. La culpa es del coronavirus, que no solo cobra vidas y colapsa sistemas de salud, sino que atenta contra la escena rockera limeña. Realmente una lástima).

¿Qué tan cercana ven la posibilidad de sumarse a un Alternativo, un Vivo X el Rock o algún evento de Inmortal?

Andrés: No lo sé. Yo en lo personal lo veo bien improbable.

Jean Pol: Bueno, para esos megaeventos sí tienes que —no sé, de repente no estoy informado— tener los contactos y todas esas cosas.

Andrés: Sí, de todas maneras. Y sobre todo, cumplir con un estándar de tocar en vivo que nosotros por ahora no tenemos.

¿A qué te refieres?

Andrés: O sea, un performance… Ni siquiera un performance, porque nosotros contamos con uno que es bravazo para mí. La diferencia es que las bandas nuevas que han entrado ahora, como Inzul o Wunderlust, que han compartido escenario con nosotros, cumplen con un régimen de tener un equipo detrás ayudándolos, sea con backstage, con sonidista, con todas esas cosas que nosotros no contamos porque por ahora no necesitamos. Los locales en los que trabajamos no necesitamos. Entonces, no creo que nos quede grande el escenario de un Alternativo —ponte a las 3 de la tarde—, pero sí creo que falta todavía, como un empujoncito más, que lo más probable es que se dé este año.

El futuro cercano de Suerte Campeón

Casi al final de la conversación —que solo fue con Andrés y Jean Paul, porque Santiago aún no llegaba y Sebastián solo se reía de lo que decían sus compañeros— Suerte Campeón se sinceró y contó sus planes a futuro. Parte de profesionalizarse es actuar con cierta responsabilidad. Ellos lo saben. Por suerte, para este momento justo llegó Santiago.

¿Entonces cuáles son los pasos a seguir?

Santiago: No llegar tarde a ninguna entrevista.

Me parece bien. ¿Y qué más?

Santiago: Si nos ofrece Inmortal para tocar, normal pues. Musicalmente, para que nos llamen habría que trabajar más en imagen y crear contenido, que es lo que estamos haciendo ahora.

Jean Paul: Y con el disco que vamos a sacar —vamos a lanzarlo en físico, con una tocada— yo creo que llamamos la atención. También haciendo estos shows autogestionados —que la vez pasada fue sold-out como El Peor Día de Tu Vida—. Estas cosas como que llama mucha la atención de esas empresas como Inmortal. Si seguimos haciendo las cosas bien, si seguimos haciendo las cosas como las hacemos, yo creo que ellos se van a interesar y nos podrían dar una oportunidad.

Andrés: Igual no es como el fin del mundo si no entras a un alternativo o un Vivo X el Rock.

Santiago: Claro, la cosa es hacer lo que nos gusta y si nos llaman, genial; si no, «oks pues».

La banda ha tenido varios cambios de alineación. ¿Creen que encontraron ya estabilidad?

Jean Paul: Justo mi contrato acaba en… (ríe).

Andrés: Nunca se sabe. Yo te puedo decir que estamos ahorita en la formación más estable que hemos tenido, pero el día de mañana Santiago se muere…

Santiago: Yo siempre tomo a consideración esas cosas.

Andrés: ¿De que se va a morir?

Santiago: Sí, pues. Puede pasar algo y ya fue todo. La huevada es disfrutar todo con tus amigos lo que están haciendo y, obviamente, tener gente a tu alrededor que contribuya contigo.

Andrés: Igual para aclarar, también sería bueno decirlo que nosotros nunca hemos botado a nadie, todo el mundo se ha ido. Ahí va la parte de que a alguien ya no le emociona lo que hacemos o no quiere chambear más. Ya nos ha pasado dos veces, hemos encontrado un reemplazo bastante bueno, que ni siquiera sé si es reemplazo o no, pero un buen reemplazo ya dos veces y nos ha servido para mejorar, darnos cuenta que capaz estamos haciendo unas cosas mal, corregir para que no nos pase lo mismo.

Regresando a algo que dijiste de que ustedes hacen algo que cualquiera puede hacer, ¿qué tan cierto es?

Andrés: Personalmente, yo creo que sí. Personalmente, no soy el músico virtuoso que puede hacer mil cosas. Mi género no me lo permite y mi talento tampoco me lo permite. Y en redes es lo mismo, porque yo hablo en redes como hablo en la vida real y aparentemente a la gente le parece chistoso y ya. Pero no es como que haga algo especial para que la gente llegue. Eso lo puede hacer cualquier otra banda.
Simplemente no hacerlo forzado. Es muy distinto a lo que hacen ahora un montón de gente con bandas nuevas que quieren poner en su descripción: «Ay, perdedores siempre». Que ha pasado y pasa un montón de veces. He visto un montón de perfiles de bandas así. Pero no significa que no lo puedan lograr. Nosotros somos cinco cojudos. No sé por ellos, pero yo sí soy un recontra pavo.

Jean Paul: Sí, yo también. Es el espíritu de la banda.

Sebastián: Es como que ser pavos y no tener miedo de mostrarlo: ese es el encanto de Suerte Campeón.

Andrés: Claro, a nosotros no nos ves por la calle así como Salim, que tú lo ves y «Ah, ese man es una estrella de rock sí o sí».

Salim estuvo por acá hace un rato.

Andrés: Que se muera… (ríe). A él lo ves y tiene presencia, tiene imagen. Tú lo ves y «Este huevón fijo se dedica a la música». Nosotros no. Mírame a mí, estoy en pijama.

Jean Paul: Y debemos ir a tocar ahorita.

Andrés: El punto es que cualquier persona lo puede hacer. Es un chambón, pero cualquiera podría hacerlo.

Santiago: Habría que trabajar y, quizás, tener un poco de suerte.

El peor lado de la fama

Así acabó la conversación, con esa dulce coincidencia de frase. Luego los miembros de Suerte Campeón pasaron a la siguiente parte de la entrevista. En una mesa, cada uno con su chela en mano, respondieron a sus fans, quienes los conocían mejor e hicieron preguntas más interesantes. Compruébalo por ti mismo.