Julian Casablancas: la radio es mejor que Spotify para descubrir música

En una reciente entrevista para Billboard, Julian Casablancas recordó el lanzamiento de Phrazes for the Young (2009), álbum con el que debutó como compositor solista y que significó una gran vuelta de tuerca en su carrera musical. Casi 10 años después de haber alcanzado el éxito con The Strokes y tras la primera ruptura dentro de la banda, Casablancas fue el último miembro del grupo en lanzarse en solitario.

Por esos años acababa de inciaba en la paternidad el matrimonio y acababa de decidir dejar el alcohol por lo que se tomó su tiempo. Aquellas experiencias lo llevaron a iniciar Cult Records, su propio sello discográfico y The Voidz, su proyecto paralelo actual con el que ha llegado a Latinoamérica en dos ocasiones y con una propuesta más arriesgada y distinta a la que nos había acostumbrado.

A mitad de la entrevista, Billboard le consulta sobre como los servicios de streaming e internet en general ha democratizado el acceso a la música, sin embargo, la percepción de Casablancas es que la música independiente y de calidad en realidad está perdiendo visibilidad y acceso a medios frente a los acuerdos entre los grandes de la industria. Le prguntan: La música ha cambiado mucho en estos últimos 10 años… ¿Con qué desafíos te has encontrado?

«No hay grandes cambios, de verdad. En términos de lo que debería ser una disquera … nadie sabe qué está pasando o qué hacer. Incluso una disquera importante, tienen sus relaciones, pero se trata de Spotify. Yo no uso Spotify. Creo que todos esos servicios de transmisión son … no me gustan. Son el nuevo MTV, los nuevos guardianes, así que los sellos hacen acuerdos con ellos, básicamente … todos están estafando a todos».

Julian dice que ahora prefiere hacer las cosas como The Grateful Dead: viajar de ciudad en ciudad, ser amigo de las estaciones de radio geniales, tocar en los lugares geniales y relacionarse con promotores geniales: «Puedes tener tu existencia en línea, pero tratar de chupar la dulce dulzura de Spotify es solo una pérdida de tiempo para mí».

«Escucho la radio y generalmente me mantengo por debajo de 92. Ese es el mejor lugar para escuchar música. Todavía hay DJ tocando cosas geniales. Todos los que conozco que están escuchando Spotify o Apple Music no descubren nada interesante. Cuando les pido que levanten una canción genial, ni siquiera tienen una. Si tiene que elegir un servicio de transmisión, yo diría que YouTube es el único, aunque no sea lo que es».

No es novedad que Julián alabe las ventajas de la vieja escuela. En Estados Unidos, las radios independientes siempre convivieron y supieron sobrevivir frente a las grandes corporaciones. Es en cierto tono, es romántico encontrase con una de esas buenas estaciones de radio con música fresca (de esas que casi no hay en Latinoamérica y las pocas que están, por el contrario, encontraron su espacio en Internet). Aunque también acepta que es cuestión de tiempo para que terminen desapareciendo por no poder conseguir financiamiento sin sacrificar su línea.

Todo ellos se traduce en nuestros estándares para medir la calidad de un artista, si nos enfocamos solo en toda la parafernalia comercial detrás o también en los valores morales o artísticos: «lo que están haciendo los sellos es intentar jugar al sistema y ganar tanto dinero [como sea posible]. Hay dinero y luego hay artistas en desarrollo. Desarrollar artistas es difícil, complicado, molesto e ingrato. Tratar de estafar al sistema y hacer tratos para estafar a las personas es más fácil».

Finalmente, Casablancasa afirma que el valor de la música debería residir en algo más que producir dinero y carreras artísticas como mercancías, aunque para la industria así sea. Añade que no se opone a ganar dinero o ser popular pero busca siempre algo más en la oferta:

«Básicamente, el único valor que tenemos en la sociedad en este momento es ganar dinero. Puedes tener ese valor, pero también hay otros valores importantes. No debería ser simplemente ganar dinero a cualquier costo… El vinilo es eso en cierto sentido. No es financieramente lo más fácil, es un dolor en el culo, y no es necesario, pero a la gente le gusta. El arte de ello. Todo el proceso. Esas cosas siempre vivirán. Si finalmente ese nivel de vida fresco se convierte en franquicia, eso podría ser algo bueno»

Puedes ver la entrevista completa en la web de Billboard.