Hace por más de 50 años, en 1966, durante una entrevista con The Beatles para el diario británico London Evening Standard, John Lennon (quien llevaba un buen tiempo leyendo mucho sobre religión) hizo un controvertido comentario sobre que el Cristianismo estaba en decadencia y que la banda se había vuelto para ese entonces, incluso más popular que Jesús.
«El Cristianismo se irá. Desaparecerá y se encogerá. No necesito discutir sobre eso, tengo razón y voy a tener razón. Nosotros ahora somos más populares que Jesús, no sé qué se irá primero, si el rock and roll o el Cristianismo. Jesús estaba bien pero sus discípulos eran ordinarios, son ellos los que para mí lo arruinan», dijo Lennon para el artículo titulado «¿Cómo vive un Beatle?».
Aunque inicialmente sus comentarios pasaron desapercibidos en Inglaterra. El huracán de críticas, quejas y demás se dio cinco meses después en Estados Unidos cuando la revista para adolescentes, Datebook, retomó lo dicho por Lennon.Los sectores más conservadores y sobretodo, el sureste del país fueron los más indignados, donde se prohibió poner a The Beatles en la radio y los discos fueron quemados públicamente, les lanzaron amenazas y cancelaron conferencias de prensa, porque justamente ellos visitarían este país.
«Nosotros ahora somos más populares que Jesús, no sé qué se irá primero, si el rock and roll o el Cristianismo».
Por esos años, The Beatles eran efectivamente poco menos que dioses, pero eso no impidió que una multitud de radios norteamericanas vetasen sus canciones y muchos de sus conciertos fuesen cancelados. La polémica alcanzó tales proporciones que hasta el Vaticano presentó una protesta formal contra las palabras de Lennon.
Y bueno, de cierta forma, él no mintió, pues por esos años, realmente el grupo tenía más adeptos en los conciertos que lo que había de creyentes en una misa en una época en la que la asistencia a las iglesias estaba en declive y en la que estas instituciones trabajaban en adaptar su imagen a algo más relevante para los tiempos modernos.
Sin embargo, aunque las iglesias británicas poco a poco iban siendo abandonadas, en el sur de Estados Unidos aún continuaban siendo populares, lo que explica la diferencia entre las reacciones que se dieron en ambos países. Finalmente, la «osadía» les salió cara pues tras el problema que se ganaron, se vieron obligados a convocar una rueda de prensa en la que John Lennon pidió disculpas por sus declaraciones pero también les dió esta anécdota de la que, medio siglo después, seguimos hablando.