Pocas veces nos ponemos en modo otaku aquí en Garaje del Rock, pero cada que lo hacemos es para recomendarte puras joyitas del anime. Esta vez, el clásico de culto Cowboy Bebop. Una historia retrofuturista y distópica cuya narrativa está genialmente construida a partir de la música. Tiene de todo. Opera, jazz, heavy metal, pop, naves espaciales, acción, drama, suspenso, comida, artes marciales, una fusión de culturas en todos los sentidos; y un gran asteroide llamado Tijuana.
La historia va de un grupo dispar de cazarrecompensas en un futuro no tan distante en el que los humanos han colonizado todo el sistema solar a través de puertas espaciales. Y a pesar de esa introducción futurista, todo el ambiente luce no muy diferente de la década de los noventa. Acompañaremos al grupo conformado Spike Spiegle, Jet Black, Faye Valentine, Ed y Ein a través de varias desventuras en las que, spoiler no tan spoiler, nunca conseguirán ninguna recompensa. El por qué y el cómo, es lo mejor de la serie.
Uno de los aspectos que más resaltan en la serie, además de la trama, es su relación con la música. Su enlace con ella tan fuerte y dependiente de la banda sonora que todo gira alrededor de ella y he ahí su genialidad. La nave protagonista se llama «Bebop» (Un subgénero moderno del jazz). Cada uno de sus episodios se dividen en tracks (como las pistas de un álbum) y de hecho, cada uno lleva por título el nombre una canción.
Los momentos más álgidos cada episodio quedan por lo general casi ahogados bajo la música. Esta toma protagonismo para explorar otros aspectos de la acción. La música no fue encargada para la serie o escrita en base a las escenas, sino que gran parte de la serie fue imaginada y escrita en conjunto con la música. Fueron hechas en paralelo. La relación creativa entre el director de la serie (Sinichiro Watanabe) y la directora del apartado musical (Yoko Kanno. No confundir con Yoko Ono), es uno de los aspectos que más se celebran sobre el anime.
El opening o intro de Cowboy Bebop: Tank!
La música de Cowboy Bebop es en alto grado reconocible. No es «un anime con unaa banda sonora de jazz», aunque haya muchas referencias a ello. El sonido del anime podría ser descrito como un subgénero en sí mismo gracias a la identidad y personalidad que le brinda. Todo el soundtrack remite a la serie en sí misma. Y el opening. Dio mío, el opening es una obra maestra. Probablemente una de las mejores introducciones de un anime en toda la historia. Es más. Antes de continuar, por favor dale un vistazo a «Tank!» para ponernos en el mismo mood.
La música en Cowboy Bebop
Estamos todos de acuerdo en que la música es un elemento importante en lo audiovisual y que puede cambiar radicalmente la experiencia que tenemos en cualquier serie o película, pero pocas veces la relación entre ellos elige el camino de arriesgarse e ir por un camino inesperado y aún así, casi alcanzar algún grado de perfección. De nuevo, construye con gran estilo su personalidad.
Una típica escena de ciencia ficción con música música electrónica de fondo (clásico del cine estadounidense moderno) no evoca los mismos sentimientos que Cowboy Bebop, con un paisaje futurista venido a menos y música que suena más a 1940 que al 2071 donde la serie se ambienta. La serie siempre está pensando en el ayer y nos permite evocar otros aspectos de ese futuro. La nostalgia, el peso de aferrarse del pasado, la desidia sobre la incertidumbre del presente y el futuro.
Y si sobre este exaltamiento de la relación entre Cowboy Bebop y su banda sonora, no confías en la perspectiva de este humilde redactor. Que te lo confirme alguien de peso como Jaime Altozano.
Netflix estrena live action de Cowboy Bebop
A propósito del anime, Netflix acaba de estrenar un remake en live action del que, como es costumbre, todos los fans estamos preocupados por si conservará la esencia del anime original, le hará un homenaje respetable, o como sucede siempre, será solo un evento del que tratemos de olvidarnos pronto.
Antes de ir a por él, recomendamos darle uun vistazo antes al original. Son 26 episodios muy cortos y una película que a más de uno dejaron con ganas de más. Pero como en las mejores obras de arte, parte del culto alrededor de ella está en su escases y corta duración.
Y ya que estamos, aprovecha en darte una vuelta por otra obra de Sinichiro Watanabe que reseñamos aquí y que sincroniza tan bien la música en el marco de la historia: Carole & Tuesday.
See you, space cowboy.