Amado y odiado, Atom Heart Mother, uno de los discos más importantes y controversiales de Pink Floyd cumplió 50 años.
Lanzado el 02 de octubre de 1970, este trabajo marca un antes y después en la carrera de la banda inglesa; alejandose ya del rock psicodélico, el cual resultaba un tanto anticuado para 1970, con tan solo 3 años de vigencia (te das cuenta lo rápida que era la evolución musical en aquellos años mozos).
Pink Floyd con este quinto disco empieza a recuperarse poco a poco de la orfandad en la que habían quedado desde que Syd Barrett, líder de la banda en sus inicios, fue expulsado debido a sus problemas mentales en 1968. La banda venía de un álbum de estudio que realmente no le gustó a nadie más que a los muy adentrados a la música concreta y de vanguardia llamado Ummagumma, pero ahora estaban entrando a una nueva década y necesitaban un cambio: no podían seguir añorando los triunfos pasados con Barrett, necesitaban un nuevo estilo. Por eso decidieron alejarse lo más posible, tanteando con sonidos orquestales, los cuales están presentes en la mitad y un poco más del álbum. Y le dan una personalidad única, ya que es el único trabajo de la banda en el género del rock sinfónico.
El título vino de una noticia que Roger Waters leyó en el periódico, la cual decía que una mujer embarazada había sido sometida a una operación de corazón y tenía un marcapasos atómico. Y la portada fue hecha por el grupo Hipgnosis, frecuente colaborador de Pink Floyd y muchas bandas más de la época, responsables de casi todas las portadas icónicas del rock setentero.
A continuación, le mostramos una breve reseña canción por canción.
1) Atom Heart Mother:
Una épica y extensa suite instrumental de 23 minutos (en la que se recorren diversos estilos musicales, acompañados de una orquesta sinfónica, dividida en 6 secciones:
- Father’s Shout (0:00–2:50)
- Breast Milky (2:50–5:23)
- Mother Fore (5:23–10:13)
- Funky Dung (10:13–15:28)
- Mind Your Throats Please (15:28–18:56)
- Remergence (19:12–23:44)
Se cuenta que esta canción impresionó tanto al venerado director de cine Stanley Kubrick que se encaprichó por usar extractos de esta canción para acompañar algunas de las escenas de la épica película de culto La Naranja Mecánica. Sin embargo, Roger Waters al enterarse que Kubrick quería editar la canción a su antojo, ofendió, por supuesto, al ego del, como siempre, complicado Waters, quien se negó rotundamente y privó al mundo de ver a los drugos brindando palizas acompañados de la música de Floyd. Derrotado, Kubrick pero con ganas aún de dejar alguito de Floyd, colocó el disco de vinilo en la tienda de música a la que va el protagonista Alex DeLarge.
Pero, como todo en la vida da vueltas, Kubrick fue el que rió último al negarle el permiso a Roger Waters de usar samples de la laureada 2001: odisea en el espacio para su álbum solista ‘Amused to death‘ de 1992. Buena venganza, Stanley…
2) If
Abre el lado B del vinilo una introspectiva y melancólica balada folk en la que Waters da primeras muestras de su fragilidad que sería tan latente en discos posteriores: «Si yo fuera un hombre bueno, hablaría contigo más frecuentemente de lo que acostumbro«; «si yo fuera un hombre bueno, entendería los espacios entre amigos«; «si estuviera solo, lloraría«. Esta canción le da un gran contraste a lo que fue la titánica canción anterior y sirve de muestra para lo que serán las siguientes composiciones de Roger con Pink Floyd, más que todo las de The Wall y The Final Cut.
3) Summer ‘68
La mejor canción del disco y una de las más brillantes canciones de la banda. Compuesta por el gran Rick Wright, tecladista perfil bajo de la banda, quien lamentablemente dejaría de componer canciones para la banda dejandole campo abierto al egocéntrico genio de Waters.
Aquí Wright nos narra en un modo sarcástico las experiencias de una estrella de rock de gira, acostándose con mujeres por una noche. Lamentablemente esta joya nunca ha sido interpretada en vivo.
4) Fat Old Sun:
Ahora es turno del talentosísimo Gilmour en una de sus primeras composiciones, quien en esta ocasión nos trae una de sus gentiles baladas a las que nos tiene acostumbrados. Aquí Gilmour demuestra su natural talento con la música, al interpretar todos los instrumentos, menos el órgano, del cual, por supuesto, se encarga el buen Rick Wright. Gilmour nos regala un gran solo de guitarra, considerado por muchos uno de los mejores de su carrera.
5) Alan’s Psychedelic Breakfast
el tema más bizarro del disco es el encargado de darle fin. Es, como el primer tema del disco, un instrumental dividido en partes. Está compuesto por voces y sonido hechos por del roadie de la banda Alan grabado en la cocina de Nick Mason acompañada por melodias tocadas por la banda. Este es quizá el tema más flojo del disco pero lo compensa al tener uno de los momentos más bellos del disco, como es Morning Glory.
- Rise and Shine
- Sunny Side Up
- Morning Glory
Odiado por muchos, admirado por varios
Si bien al disco no le fue mal comercialmente, son muchos los que lo atacan, incluyendo a los propios miembros de la banda, los cuales lo califican como un trabajo fallido, «un montón de basura que es recomendable olvidar», declaró David Gilmour, complementado por Roger Waters, quien dijo que «no tocaría ese disco en vivo ni por un millón de libras», y que lo considera «una basura pomposa sin sentido». Palabras que a muchos seguidores de la banda ha ofendido, pues «la vaquita» tiene muchísimos defensores y admiradores, tales como el gran músico peruano de punk, trova y rock progresivo Daniel F, quien constantemente lo menciona como uno de sus discos favoritos de la historia y el responsable de su destino como músico.
Este no es el mejor disco ni mucho menos, esos puestos solo se los disputan los cuatro de oro (Dark Side of the Moon, Wish You Were Here, Animals y The Wall), pero es un disco muy interesante y necesario para entender lo que Pink Floyd sería unos cuantos años más adelante. Este, por supuesto, no es un disco para comenzar, para eso están los cuatro fantásticos ya mencionados, pero una vez que los experimentaste, lo mejor sería dar el siguiente paso con este, Meddle y el debut Piper at the Gates of Dawn (disco que, por cierto, ya tiene una reseña aquí en Garaje del Rock).
Espero no resultar polémico ni desatinado pero considero (en mi humilde opinión) que si Pink Floyd hubiera esperado un añito y hubiera acortado algunos de estos temas y los de Meddle (el álbum siguiente) y los hubiera combinado en un solo álbum, estaríamos frente a uno de los mejores álbumes de la historia. Tan solo imaginenlo, un «Atom Heart Meddle». Summer ‘68 y Echoes en un solo disco… Soñar no cuesta nada, para algo está la opción de playlist en Spotify.
Y bueno, ¿tú qué opinas de este controvertido álbum?
Texto por Rodrigo Sebastián.
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