Todo parece volver a la normalidad, de a pocos. Asombro es lo que ha causado la realización de un festival masivo en Nueva Zelanda por motivos de año nuevo, donde han asistido miles de personas al evento.
El concierto se llevó a cabo en Gisbourne, ciudad ubicada en la isla norte del país. El festival propiedad de Live Nation, llamado Rhythm and Vines, se realizó en medio de las celebraciones por año nuevo en el territorio oceánico donde se presentaron las bandas Fat Freddy’s Drop, Benee y BROODS.
Aproximadamente 20 mil personas se dieron cita en el evento, las cuales no estaban obligadas a realizar el tan famoso distanciamiento social e incluso tampoco era obligatorio el uso se mascarillas entre los asistentes. Cabe resaltar que Nueva Zelanda es uno de los pocos países que ha sido elogiado por el buen manejo de la pandemia, donde incluso se ha regresado a vivir la vida tal cual la conocimos antes de la pandemia.
Sin embargo, este no es el único evento que se realizó en esta nación. Otro evento llamado Rhythm & Alps celebró su edición número 10 pero esta vez en Wanaka, en la isla sur; así como el festival Northern Bass en Mangawhai, ciudad que se encuentra a tan solo una hora de Auckland, la más poblada del país.
Recordemos que aún el mundo está en debate el regreso de los festivales, conciertos y eventos masivos debido a que aún sigue en curso la pandemia ocasionada por el covid-19. Tal parece que al otro lado del mundo ya está regresando a la normalidad.
Bien por nuestros amigos neozelandeses y esperemos pronto también este ambiente de calma llegue a cada rincón del mundo.