En 1992, Nirvana se encontraba en uno de los puntos álgidos de su carrera. Tan solo un año antes habían lanzado el famoso álbum ‘Nevermind’ y la banda estaba dando conciertos en muchos países. Ese mismo año, Courtney Love (esposa de Cobain) daría luz a su hija Frances Bean Cobain y comenzaría una guerra de Kurt Cobain contra los medios de comunicación.
Las periodistas británicas Victoria Clarke y Britt Collins habían estado escribiendo un libro sobre el momento que vivía Nirvana. Habían sido acreditadas para formar parte de una gira que la banda estaba dando y estaban en proyecto a escribir un libro titulado: «Nirvana: Flower Sniffin’, Kitty Pettin’, Baby Kissin’ Corporate Rock Whores”. Sin embargo, el trabajo se vio truncado debido a las amenazas del cantante. Esto debido a que las periodistas estaban actuando de manera contraproducente a los intereses de Cobain y la banda.
Clarke fue expulsada de la gira debido a que le pidió una entrevista a Courtney Love, cosa que enfadó a Cobain. Otro factor fue que habían solicitado una entrevista a Lynn Hirscherg, exnovio de Courtney y periodista de la revista Vanity Fair, quien había recientemente escrito un artículo donde hablaba acerca de la drogadicción de Courtney y que había consumido heroína durante su embarazo.
Esto fue un catalizador para que la pareja de cantantes empiecen a presionar y amenazar a las escritoras con la finalidad de que el libro no se llegase a publicar. Fue así que empezaron con un acoso que consistía en dejar mensajes en el contestador de Clarke con mensajes como “Usaremos todos los dólares que tenemos y todo nuestro poder para joderlos”.
«Tengo muchas cosas que decirles, parásitos de mierda. Si sale algo en este libro que haga daño a mi mujer, les haré daño, joder. No me importa si es un mensaje grabado, estoy al límite de mi paciencia… Supongo que podría pagar unos miles de dólares para que te quitasen de en medio, pero tal vez lo intente por la vía legal primero», se puede escuchar en uno de los audios
Finalmente, el motivo real para que no se llegase a publicar el álbum fue que el equipo legal de Nirvana denunció a las periodistas Victoria Clarke y Britt Collins.