Los organizadores del concierto de Slayer en Filipinas han dejado al público sorprendido cuando publicaron los artículos prohibidos. En la lista encontramos las típicas cosas de sentido común: no armas, no punteros láser, no cámaras profesionales. Lo que nadie esperaba era ver que estaba prohibido el mosh pit y el crowdsurfing, rituales sagrados en cualquier concierto de metal que se respete.
La emoción inicial del show en la ciudad se transformó instantáneamente en un What the Fuck?. Al más puro estilo de quienes por error pusieron sillas durante el concierto de Megadeth y Suicidal Tendencies la producción espera que los asistentes disfruten de la banda lo más seguro posibles. Probablemente este reglamento tenga las mejores intenciones pero es un concierto de metal!