Luego de 9 años sin publicar un nuevo disco, Evanescence anunció la salida de su nueva producción ‘The Bitter Truth‘, cuyo lanzamiento ha sido pausado debido a la pandemia. El primer sencillo del album, «Wasted on You», se estrenó a finales de abril. Hace dos días se estrenó el segundo sencillo «The Game is Over» y hoy, 3 de julio, se estrenó el video de la canción.
«The Game is Over» nos muestra el lado más pesado de la banda con guitarras distorsionadas, una batería con un sonido muy sólido, sintetizadores creando un ambiente oscuro y la potente voz de Amy Lee. «Esta canción es sobre estar harta de las fachadas. Los disfraces para que otras personas se sientan cómodas, siendo los sentimientos de dentro tan diferentes de lo que mostramos fuera para encajar en los estándares de lo que está socialmente aceptado. No queremos hacer sentir incómoda a la gente o ser demasiado ‘raros’ cuando estamos con otras personas», comentó Lee.
El videoclip de «The Game is Over» recién estrenado ha sido grabado desde los smartphones de los miembros de la banda. Debido a la pandemia han tenido que buscar nuevas formas de grabar. Aún así, el video logra capturar la escencia de la que habla la cantante en sus declaraciones. El video nos muestra como nuestro interior tiene mucho más de lo que mostramos. La edición logra transportarnos a un lugar muy oscuro.
«Es una promesa a mí misma en voz alta. Voy a dejar salir más a mi yo interior a fuera y no voy a encerrarla, porque no la puedo contener más. Es también una oración para ser mejor, para no sentirme tan desastre, tan encerrada y herida por dentro», mencionó la cantante. Sin duda, este nuevo sencillo nos deja muy a la expectativa de lo que vendrá con el próximo disco.
La banda ha confirmado que seguirán dando noticias de ‘The Bitter Truth’. Sin embargo, aún no hay fecha de lanzamiento ni los nombres de las demás canciones. Se sabe que el nuevo album se estrenará en la segunda mitad del 2020. Por ahora, podemos disfrutar de «The Game is Over» en todas las platafromas digitales.
Texto por Níckolas García