El pasado jueves 4 de junio fue un día histórico para Bolivia. El Ministerio de Culturas, creado en 2009 por el Gobierno de Evo Morales, fue cerrado por la presidenta transitoria Jeanine Áñez. Esto se debe a las fuertes repercusiones económicas que ha causado la pandemia de covid – 19. Además, cerró los ministerios de Deportes y Comunicación, con ello el Gobierno previó ahorrar 16 millones de euros. Bueno, histórico no significa necesariamente bueno.
Como era de esperarse, este «sacrificio» ha causado indignación de los artistas y de los ciudadanos. En las redes sociales muchos artistas mostraron su inconformidad con el suceso. «Una vez más puedo comprobar que la Cultura es para el Estado la quinta rueda del carro, comprobando que jamás se asignará un presupuesto adecuado para lograr el sitial que le corresponde», sentenció en su Twitter la cantante y exministra de Culturas, Zulma Yugar.
Además, se creó el movimiento Soy artista, no soy un gasto absurdo, el cual tomó simbólicamente con el canto y la danza la plaza 14 de septiembre, donde los artistas firmaron un manifiesto como muestra de su repudio por la decisión tomada.
«Un país que menosprecia sus culturas es un país menos lúcido, menos dueño de su destino, menos libre y democrático», opinó el periodista Ricardo Bajo.
«Estoy ‘puteando’, no quiero hervir mi hígado; estoy dolido, es el valor que le asignan a los artistas. (…) Menos mal que el Gobierno tiene fecha de expiración», dijo en una transmisión en vivo por Facebook el actor Daniel Gonzales.
Ángel Careaga, otro periodista expresó su sentir con esta frase: «Nos quedamos sin Ministerio de Culturas… en un país en el que, a lo mejor, solo podría sanarse desde sus culturas».
Sin duda, la pandemia ha afectado mucho a los países Latinoamericanos y esto ha llevado a los políticos a tomar medidas extremas que muchas veces son mal gestionadas o son dadas por un mal asesoramiento.