Hace algunos días, Wili Jimenez, miembro del colectivo Rock Achorao’, compartió en su cuenta de Facebook la imagen – anuncio de Kevin Rock, un evento que serviría de publicidad para la candidatura de Kevin Iñigo Peralta, actual alcalde Villa el Salvador y postulante a la alcaldía de Villa María del Triunfo.
En la descripción de la imagen, Jimenez lamentaba la participación de las bandas de rock en un evento proselitista a la candidatura de Iñigo Peralta, a pesar de que este ha sido denunciado en las últimas semanas por algunas irregularidades en su candidatura, además de buscar una reelección camuflada al postularse a la alcaldía de otro distrito.
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1807645209318885&set=a.118041021612654&type=3
Dicho post, más allá de la denuncia a las agrupaciones musicales presentes en el cartel, causó de pronto cierto revuelo entre los contactos de Wili, algunos de ellos músicos de conocidas bandas locales; y reabrió el eterno debate sobre la posición que deberían tener los artistas al participar en eventos de este tipo.
Mientras que para algunos no había ningún problema con que las bandas participen en cualquier tipo de eventos que los puedan contratar, otros argumentaban que todo artista, incluyendo el músico de rock, tiene cierta responsabilidad social con su comunidad, y por ello no debería dejarse vincular con alguna candidatura tan fácilmente.
Para César Príncipe, vocalista de la banda Cardenales, la situación precaria del rock en la escena musical peruana es un factor que obliga a los rockeros a aprovechar cualquier espacio posible para presentarse. Por ese motivo no se puede juzgar a las bandas que participan.
«Yo creo q [sic] cada banda es libre de actuar según su conveniencia. Y el bolo q [sic] les ofrezcan ante espacios tan limitados para el rock es complicado ponerse en sus zapatos. Eso no quiere decir q [sic] admire también a las bandas q [sic] hagan tocadas a favor d [sic] una causa social justa como cuando vi en la época de la dictadura q [sic] todos nos unimos para sacarlo al «chino’», comentó en el post.
«¿Business son business?»
En los últimos días una foto en la que aparecen Keiko Fujimori junto a Pedro Suárez-Vértiz se propaló por todo Facebook y causó conmoción en los internautas. Los aficionados del músico peruano le reprochaban que haya accedido a tomarse una foto con Keiko, una de los personajes políticos que enfrenta en la actualidad graves acusaciones de corrupción. Luego unas desafortunadas declaraciones dañaron la credibilidad del cantante.
Estas situaciones hace pensar sobre cuáles son las responsabilidades de los artistas dentro del contexto político cultural donde se desarrollan. ¿Tendrían los músicos peruanos que privarse de participar en ciertos eventos porque esto pueda contribuir de alguna forma a una campaña política? ¿Están acaso ellos prohibidos de apoyar a una candidatura, sea o no esta sospechosa de algún delito?
Parece que todo se resume en una cuestión ética personal. De ellos, de los artistas, depende prever en qué clase de iniciativas colaboran o participan, en qué fotos aparecen, o por qué personan arriesgan su imagen. Pueden ellos pensar en la repercusión de sus acciones en la sociedad o, como dice Willy en su post, solo decir que «business son business».