Nueva Ola: apuntes sobre su segunda gran edición

El rock ha evolucionado bastante. Desde sus inicios ha surgido dentro -e incluso fuera- de él nuevas vertientes y géneros adaptados al público que lo consumía y los artistas que lo producían. En sus inicios solían reunirse en lugares chicos, luego de algún tiempo salían más allá de sus nichos y al final podían como no convertirse en propuestas populares con todo lo que esa palabra podría implicar.

Pero lo interesante de todo es revisar las causas de estas novedades en la música. Es decir, ¿por qué nacen nuevas movidas musicales? La respuesta en líneas generales es casi siempre la misma. Las corrientes y movidas musicales nacen porque las personas -público y artistas- lo necesitan.

La segunda Nueva Ola

El día viernes fue la segunda edición de Nueva Ola, y ocurrió en distintas circunstancias que la primera vez. Ahora ya no se trataba de un estreno, no tenía el cartel de ser un experimento, iba sino con la consigna de consagrarse, de demostrar que no fue milagro de una noche, que había motivos para creer en su propuesta de ser hogar de la nueva escena limeña.

Así sucedió. Con cuatro bandas listas para la acción el evento se llevó a cabo como tenía que ser. No fue igual a la primera vez, solo fue buena a su propia manera, con pogos desenfrenados, con música de estreno, con el público enloquecido. Justamente, el público también tenía una perspectiva distinta. La primera vez fueron quizá con la incertidumbre de no saber qué esperar. Para la noche del viernes los asistentes la tenían clara, sabían de qué se trataba Nueva Ola.

Nueva Ola luego de una satisfactoria segunda edición se perfila más a ser la versión más formal de la movida limeña, donde incluso bandas jóvenes pero talentosas pueden desfogar su sed por los escenarios, pueden saciar las ganas de tocas en vivo para su gente. De no ser por este evento, tendrían que esperar -público y artistas- mucho tiempo para poder encontrarse uno con el otro.

Algo para destacar más allá de las buenas presentaciones de Kill Amigo, No Somos Lo Que Fuimos y Los Niños Vudú fue la presentación en vivo del primer disco de 16 bits. La banda formada por Giancarlo, Kevin, Andre, Mateo y Alonso presentó el día viernes ‘El Mundo Acaba Contigo’, una producción que reúne el sonido que ellos describen como «rock sobre nostalgia y sentimientos destrozados».

«Todos somos iguales ante una ola»

Laird Hamilton dijo alguna vez respecto a su profesión «Todos somos iguales ante una ola». Con ello, el reconocido surfista se refería a que dentro del mar una persona tiene la mismas condiciones que las otras para surfear. Bueno, lo mismo podría decirse de esta «nueva ola».

Sobre ese modesto escenario del local ubicado en el Bulevar de Barranco todas las bandas tienen las mismas chances de mostrar sus creaciones, sus emociones y su voz. La forma más democrática de la música se muestra en una propuesta aún incipiente que busca desarrollar la escena del rock en Lima. Esperamos pues ver muchas ediciones más. Eso, por el bien de la música.