Desde la publicación de su último disco, Greta Van Fleet ha estado en el centro de la tormenta. La banda fue acusada de que Anthem of the Peaceful Army (2018) era una copia del estilo de Led Zeppelin. La situación encontró su punto más álgido cuando Pitchfork publicó una demoledora crítica que decía de la banda: «Ni siquiera se dan cuenta de que son más un sueño de fiebre algorítmica que una banda de rock real».
A pesar que el tiempo ha pasado y la banda se encuentra en nuevos proyectos las críticas no parecen tener fin, es por eso que Josh Kiszka, vocalista de la banda, en una conversación con la revista Rolling Stone, expresó su incomodidad con que luego de varios meses los medios aún sigan comentando lo mismo sobre el álbum.
«En última instancia, me gustaría pensar que hay sustancia en lo que estamos haciendo. Obviamente escuchamos la similitud. Es una de nuestras influencias; pero en este punto es como: «De acuerdo, lo hemos reconocido. Hay que seguir adelante.»», indicó Kiszka al medio estadounidense.
El músico oriundo de Michigan también aprovechó la ocasión para referirse al futuro inmediato de la banda. «Esperamos sacar un álbum este año. Esta vez, sentimos menos presión que antes de la última», dice el joven músico y añade: «No podemos esperar a explorar un poco más del universo Greta Van Fleet.»
La carrera por los Grammy
A pesar de que en ese momento la banda no tuvo problema en reconocer que Led Zeppelin les había servido de influencia para elaborar Anthem of the Peaceful Army , los comentarios negativos no cesaron. Por ello sorprendió cuando la banda salió nominada al Grammy hasta en cuatro categorías distintas (Mejor álbum de rock, Mejor canción de rock, Mejor performance de rock y Mejor artista nuevo).