San Juan de Miraflores se vistió de rock. Y es que la segunda edición de la fiesta independiente realizada en la Rockola Susy fue todo un éxito. Dicho local se encontraba en el tercer piso y para quién iba por primera vez era fácil confundir la entrada con la del cine porno ubicado en el segundo nivel. Eran las 5 de la tarde y el recinto aún lucía vacío, se pudo apreciar que a esa hora continuaban realizando los últimos detalles para comenzar con las presentaciones.
Llegado casi las 6:30, Led Feder salió a escena tratando de calentar al público que hasta ese momento todavía era muy reducido. Turno para Alan Roque & Los Nocturnos con temas que promocionan para lo que será su nuevo disco. Luego llegaba Índole, con su estilo rock pop al mismo tiempo que el local se iba llenando de a pocos.
La noche caía y Los Panchos Pistolas vigorizaron al público inyectando una dosis de energía con su estilo de rock n’ roll. «El rock debe ser más bailable, debe ser una fiesta», nos comenta Piero Meloni, vocalista de la banda, y vaya que así lo fue y el público lo reconoció con sus aplausos al finalizar su presentación. Crik Faluzi llegaba con una combinación de surf rock y garage rock para poner hace vibrar a la gente que para ese momento ya llenaba el local casi en su totalidad. «El género que tocamos, podría decirse que es indie» fue lo que nos dijo Eduardo Freyre quien es vocalista de la banda.
El toque de ska lo puso La Maldita Costumbre, cuya presentación gozamos de principio a fin. Terminada su presentación era turno para uno de los más esperados de la noche: Los Mortero, que pusieron a gritar, brincar, pogear y corear sus canciones a todos sus fanáticos. La dosis de baile estuvo a cargo de Pooow! que convertirían en una fiesta el lugar, fiesta que tuvo como animador al famoso Pooowman y sus retos de baile.
La algarabía ya estaba presente, la euforia estaba a flor de piel cuando Los Outsaiders se encontraban en el escenario y comenzaron como ya es costumbre con Zona T, continuaron su repertorio con canciones del primer y segundo álbum donde la siempre solicitada «Niña» no pudo faltar. Además, como ya lo habían prometido, hicieron «debutar» al quinto outsaider, Nicolás Pestana, quien ganó un concurso organizado por la misma banda. Luego hubo una larga pausa que sirvió para poder comprar toda la mercadería traída por las bandas y además de aprovechar la oportunidad para fotografiarse con los artistas de su preferencia.
Sonaba Triciclo y uno ya sabía quién se encontraba en escena: Los Mojarras y su estilo de rock fusión irrumpían con sus temas que ya son un clásico, regalaron discos a sus fanáticos y decidieron terminar la presentación con la misma canción que es como un himno para la agrupación.
Eran las 4 de la mañana y ya algunos se habían retirado hasta entonces, pero el aguante de gran parte del público por ver la última banda presentarse fue algo para destacar y es qué La Nueva Invasión fue para ellos un motivo más que suficiente para la espera, hasta que sucedió: Subieron a escena a poner esa cuota de cumbia chicha y rock n’roll se encargaban de cerrar la fiesta con broche de oro. Llegada las 5 de la mañana la presentación había terminado, todos los madrugadores podíamos ir en paz. No hubo presentación de politos mojados para el after pero qué más da, fue una noche inolvidable.