Cuando los conciertos desaparecieron, no solo se vio afectado el artista y el público, sino que perecieron una serie de sujetos tácitos que hacían posible que una persona de otro país llegue al nuestro, se hospede, se movilice, se pare sobre una estructura compleja llamada escenario, cante a través de un sofisticado sistema de sonido, y todo esto de manera perfecta.
Uno de los miembros fundamentales de esta maquinaria son, por ejemplo, las productoras de conciertos, que agrupan una serie más amplia de profesionales y técnicos de cuya chamba depende la existencia y calidad de un show musical. Hablamos de cientos de personas que pertenecen a una cadena laboral enorme.
Ello obviamente lleva a una duda. ¿Qué pasó con aquellos que organizaban los conciertos? Han pasado varios meses, por lo que algo deben estar haciendo.
Garaje del Rock conversó con José Velásquez, fundador y gerente general de Veltrac Music, una de las productoras de conciertos más grandes de Perú. En su historial de eventos organizados encontramos a The Drums, Courtney Barnett, MGMT, Babasónicos, Foster the People, Tame Impala, El Mató a un Policía Motorizado, Phoenix, Vetusta Morla, Mon Laferte, Franz Ferdinand, entre tantos otros.
El cuestionario tuvo cuatro ejes temáticos. El primero de ellos era cómo está ahora Veltrac Music. El segundo fue los conciertos a través de streaming, ¿son de verdad la mejor salida para las productoras?. El tercer punto que se trató fue el asunto de los conciertos pendientes, basado principalmente en la devolución de las entradas y por qué no es tan sencillo como todos creen. Por último, Velásquez nos habló de lo que le depara el futuro a su empresa y qué podemos esperar de ella.
Aquí vamos.
El presente de Veltrac Music
¿Cómo los ha afectado en términos económicos la pandemia? Ayudaría mucho su pudieras hablar de proporciones o porcentajes.
Mira, no sé si tanto proporciones y porcentajes, pero te puedo contar un poco el contexto general. Veltrac tiene tres áreas que funcionan en simultáneo. Un área es la promotora de conciertos que todo el mundo conoce, otra área son servicios que hacemos relacionado a la música (música para publicidad, sincronizaciones, consultarías) y el otra árrea tiene que ver con la agencia —nosotros somos una agencia productora BTL para diferentes marcas—. Son tres líneas que conviven y entre ellas interactúan hasta cierto punto, porque tenemos conciertos, tenemos activaciones, trabajamos con las mismas marcas auspiciadoras o a veces hay clientes que nos piden servicios puntuales como consultorías o hay artistas con los que trabajamos y que también nos piden apoyo.
En el 360 de ese servicio está la sostenibilidad y la rentabilidad del negocio de Veltrac. Lo que ha suscedido con la pandemia es apagar las tres líneas de un día al otro por completo. Ha congelado las tres unidades de negocio que tenemos y también ha generado restricciones en torno al manejo que podamos tener sobre los conciertos que teníamos ya anunciados. Entonces se han congelado las ventas de los shows que estábamos por hacer, hemos tenido que reprogramar ahora simplemente hemos cancelado otros shows. La posibilidad de contar con ese capital tampoco es viable. Es un dinero que se retiene, pero no lo tiene Veltrac, lo tiene la tiquetera. Sin embargo nosotros que ver los gastos casi en su mayoría ya hechos de muchos de los conciertos, entre ellos pagos al artista. Eso más no tener actividad, más la caja de desembolsos hecha y que no te la han devuelto nos puso en una situación bastante complicada, que básicamente nos ha obligado a reducir el equipo, reducir la cantidad de actividad que teníamos en comunicación, en redes.
Esto ha sido al inicio de la pandemia. Más adelante han comenzado a salir proyectos y cosas paralelas. Realizamos un campamento virtual para niños como una plataforma de entretenimiento que lanza la agencia de Veltrac. Estamos trabajando con algunos clientes en activaciones de marcas, estamos haciendo unos eventos virtuales para algunos clientes y estamos sobre todo el tiempo en ordenar la casa internamente. Desarrollar dos unidades nuevas de negocio que están por salir pronto, que no tiene nada que ver con lo que hacíamos antes, pero son dos negocios complementarios que nos parece que le van a ir muy bien a la línea de Veltrac.
Nuestro core de negocio está muy vinculado a los artistas internacionales y estamos cojos de artistas internacionales porque la pandemia es global. Ese ha sido un tema, pero hemos tomado nuevamente contacto con la escena local que hace tiempo no lo hacíamos. Es grato ver una escena un poco más activa, con ganas, movida —y esta pandemia ha ayudado a que se mueva un poco más—.
Incluso los internacionales últimamente se han comenzado a mover haciendo streamings, varios con los que estamos en conversación para hacer de una u otra forma hacer sinergia para promocionar esos eventos en Perú.
Felizmente Veltrac es una empresa solvente con historial crediticio, con las cuentas limpias, sin deudas, sólida en ese aspecto y que nos ha permitido por más pequeños que somos, mantenernos a flote. A flote en nuestras relaciones con entidades bancarias, con buenas relaciones con nuestros clientes y provedores.
¿Han encontrado un salvavidas en las iniciativas del Estado, como Reactiva?
Sí, gracias a Dios aplicamos a Reactiva en algún momento. Ha servido para parte de la dinámica de mantenernos a flote y no tener que romper la cadena de pago con algunos proveedores y clientes. Y ahora justo solicitamos apoyo al Estado en el Ministerio de Cultura. Han habido unas líneas de apoyo.
¿El concurso de Estímulos [económicos para la Cultura]?
No, a los Estímulos aplicamos, pero no tuvimos suerte: no nos escogieron. Se fueron por otra línea. Yo creo que el jurado o el Estado ahí ha tenido ciertos criterios de selección que son mucho más… no sé, creo que están… tienen otro ángulo de…
¿Son más tradicionales?
Sí, más tradicionales. Es una buena forma de ponerlo…
Para las líneas de apoyo sí les tenemos más fe porque hemos presentado dos proyectos pajas, dos líneas diferentes de apoyo. Ojalá que alguna de estas salga. Están relacionados a estas nuevas unidades de negocio que estamos relanzando que están consideradas dentro de nuestro plan de reactivación. Son proyectos que nos tienen bien inspirados, contentos, entusiasmados, son cosas distintas que nos dan un refrescón de lo que venimos haciendo antes. Ojalá que esto agarre vuelo y cuando lleguen los conciertos y todo lo demás sean cosas que se puedan mantener todavía en paralelo.
El problema sobre los conciertos online
En una entrevista en julio, mencionaste que el público no está abierto a los conciertos online. ¿Aún mantienes esa posición?
Yo creo que es un tema complejo. Se están dando los conciertos online, creo que están aumentando la cantidad de conciertos online, yo creo que están mejorando los conciertos online; pero lo que tenemos que entender de los conciertos online —y esto te lo digo porque los he analizado a profundidad con rigurosidad para poder determinar si es una línea de actividad para Veltrac— es que primero, mucho tiene que ver el mercado en el que haces estos conciertos. La parte cultural tiene un rol muy importante, porque hay países que tienen una cultura de consumo de música muy fiel y donde las bandas nacionales han crecido a un nivel tanto en volumen como en calidad de fanatismo que realmente justifica el valor de una entrada para poder verlos en un formato de pantalla de celular o pantalla de computadora.
Yo creo que en Lima el público y la música no tiene necesariamente —no puedo generalizar, pero en su mayoría— ese mismo vínculo. El vínculo de Lima es que si hay algunos artistas de culto, independientes, en su mayoría o son artistas muy pop que entiendo el comportamiento es distinto, o son artistas mucho más vinculados al entretenimiento, al baile, a la fiesta. Entonces es difícil trasladar el valor que le genera a un usuario consumir la música de ese artista en vivo a la experiencia que puedes de alguna forma ofrecerle en un formato streaming.
De hecho eso va muy alineado con mi otro punto. Yo creo que la lectura que han tenido los que han hecho estos eventos, no necesariamente ha sido la mejor. Creo que está alineado con una curva de aprendizaje que sigue dándose. Creo que la gente todavía está tratando de proyectar lo mismo que se ofrecía en un escenario antes a una pantalla. Y no es lo mismo. Nunca vas a poder reemplazar la parte emocional, vivencial que te da una banda en un espacio en vivo y en directo. Creo que los contenidos se tienen que replantear y la oferta musical y de entretenimiento igual que la oferta de valor también se tiene que replantear para que justifique que un fan quiera conectarse mediante una computadora, pagar un dinero para tener un momento único con el artista, un momento especial que valga totalmente.
Eso no significa necesariamente aparecer en las pantallitas del escenario o que te regalen merchandising o que te dejen chatear un ratito con la persona que está respondiendo los mensajes del artista por Zoom. Yo estoy hablando de otros formatos que de repente han sabido capitalizar mejor de repente en Europa, o incluso en Estados Unidos, que han habido artistas que han reventado porque tenían una relación con su público que les ha permitido traducir dentro de la intimidad a un formato nuevo y que a la gente le ha gustado mucho y ha reventado. Acá hay un tema que hay que analizar también.
Eso también está muy alineado con que acá ya es difícil que la gente pague por cualquier cosa, entonces ha habido un mal comienzo. La gente regaló mucho streaming al comienzo y muchas bandas hicieron streaming gratis. Desde la intimidad de sus casas, cosas que realmente hoy en día tendrían mucho valor. Cuando tú has regalado ese nivel de intimidad cómo después vas a querer venderle al público otra cosa.
Es como que tú conoces a una chica o un chico y ya lo has visto en ropa interior en un momento así totalmente íntimo, después cómo le vas a creer si lo ves todo disfrazado, todo vestido, si ya conoces todo lo que hay debajo. Yo creo que los artistas al inicio se han desnudado gratuitamente y después han querido cobrar por hacer un show vestidos. Y entonces la gente: «Aguanta, si ya te tuve gratis, cantándome serenata, canciones de amor, conversando conmigo, a tal nivel de conexión tan directo, ¿ahora por qué te voy a pagar para verte nuevamente y hasta más lejano y con más gente, en escenario con pantallas? ¿Para qué si ya te tuve en tu casa con tu guitarra acústica tocando hasta covers?». Eso no ha ayudado mucho.
Y luego está toda la parte compleja, la dureza financiera de los eventos en el Perú. Ya si quieres formalizar un evento un poco más grande de streaming, están los impuestos, está ahora Apdayc, está el costo de la tiquetera… Comienza a sumar realmente para los precios que la gente está dispuesta a pagar que son irrisorios, le quitas un 30 % de todos esos gastos y ese 70 % que te queda sumado a la poca cantidad de gente que está realmente conectada para ver ese tipo de contenido —porque hay un sobreoferta de contenido en las redes sociales— realmente se hace muy poco el ingreso.
Y yo no soy un artista, soy un promotor. Un evento streaming significa que yo debo contratar un artista. Entonces yo gastar para hacer un evento y arriesgar que, con la complejidad de todo lo que te acabo de contar, pueda no solo pagar al artista sino hacer rentable toda esa experiencia es muy complicado.
Así y todo estamos analizando la situación, estamos tratando de sacarle la vuelta buscando qué tipos de formatos pudieran funcionar, pudieran ser diferentes, qué variables podemos sumar para generar valor, qué cosas están alineadas a lo que hacemos en Veltrac internacionalmente, la cuales podemos referencias y traer al mercado peruano. Y a la misma vez, como te decía hace un rato, como podemos de otra forma traducir los shows de streaming internacionales al mercado peruano, así no depender necesariamente del talento nacional y no ser partícipes del riesgo de los eventos, sino ser una plataforma difusora de los artistas con los que hemos trabajado en mucho tiempo y que todavía tenemos relaciones con sus representantes, sus empresas, sus agencias. Por ahí hemos enfocado ese tema. Esa es mi lectura de los shows en streaming.
Las dificultades económicas y por qué no es tan sencillo devolver la plata de las entradas
¿Has tenido la oportunidad de reunirte con los demás promotores nacionales de conciertos?
Claro, en algún momento de la pandemia nos reunimos los que somos miembros del gremio ARENA, que lo preside el señor Jorge Fernández y ahí hemos compartido con casi todas de las más importantes, está Move [Concerts], está Artes, Live Nation, Inmortal —en realidad casi todas las grandes. Y en conjunto nos alineamos, tratamos de compartir puntos de vista, aplicar criterios compartidos sobre las políticas de cómo manejar las postergaciones y las cancelaciones, unirnos para hacer una suerte de petición al Ministerio de Cultura y a la Cámara de Comercio para que nos den ciertas facilidades, porque la situación estaba complicada. Nosotros pagamos tantos impuestas al año, que es inconcebible que no podamos tener algún tipo de respuesta de parte del Gobierno, para darnos mecanismos y herramientas de salvataje en estas épocas complicadas para el sector.
No ha sido fácil, y todos estos estímulos piensan muy tradicionalmente de lo que ellos perciben de cultura, no muchos incluyen al entretenimiento y definitivamente no incluyen a las empresas medianas y grandes. Se han enfocado mucho más al pequeño emprendedor, al independiente y al informal incluso. Entonces las empresas sólidas que pagamos grandes impuestos, que traemos grandes experiencias y asumimos grandes riesgos, que traemos grandes aportes culturales internacionales al mercado peruano, nos hemos quedado totalmente indefensas y sin apoyo.
Entonces no unimos para manifestarles ideas de propuestas, de solicitudes al Gobierno que quedó en una lista que llegó a ningún lado. Ha habido diálogo, estamos en comunicación, más cercanos que nunca, eso ha sido bueno, pero no ha llegado a buen puerto los alcances que tuvimos para con el Gobierno.
Hay un problema en particular que ha tomado más revuelo, que es el tema de la devolución del dinero de las entradas. ¿Qué ideas han planteado con respecto a eso?
Aquí cuando el promotor está en incumplimiento o cuando el artista está en incumplimiento el promotor tiene la obligación localmente de responder. En ese contexto, una postergación o una cancelación basada en el incumplimiento de estos dos casos, exige la opción de la devolución de entradas. Lo que hizo compleja la situación es que este caso particular no estaba considerado en ninguna de las normas, es un caso totalmente fortuito, donde no hay incumplimiento de ninguna de las partes y donde los afectados somos todos: el público, el artista y la promotora.
Entonces el factor de la devolución de entradas toma un nuevo sentido, porque ya no es la devolución de entrada de un caso en particular. No solamente si es responsabilidad de la empresa o del artista, sino que ya no necesariamente es de un caso en particular, sino de todos los eventos de todas las promotoras. Al tener ese criterio, un rol importante en el análisis sobre cómo manejar el tema cambia todo el juego, porque tú no puedes realmente asumir que las productoras van a poder de una u otra forma responder por postergaciones donde los artistas no han devuelto el dinero, porque van ellos a replantear la nueva fecha.
No todas las productoras tienen la solvencia de devolverle a los clientes su dinero si es que el artista no te ha devuelto la plata a ti, si es que los locales no te han devuelto la plata a ti, si es que lo que gastaste en marketing no te lo devuelve nadie. Entonces tú tienes una inversión que todavía está en proceso, con mucho del presupuesto del evento alocado para gastos que todavía van a estar por ejercerse más adelante y tienes por ahí otro lado, el público que te pide que le devuelvas la entrada y no de uno, sino de todos tus conciertos.
Si tú abrías esa fuga y dabas como una obligación que todas las productoras tengan la obligación de devolver, lo que ibas a hacer era mandar a la quiebra a la gran mayoría de productoras del mercado, porque para colmo no solo no tienen actividad, no tienen nuevos conciertos, están paradas, están totalmente congeladas por lo que sabemos de la pandemia, sino que para colmo de su capital actual tienen que descapitalizarse para devolver todas las entradas de todos sus conciertos, sin que les hayan devuelto a ellos la plata de lo que había gastado para sus conciertos.
Lo que el público no ha entendido es que todas esas decisiones no dependen de la promotora, muchas veces depende de varios otros factores. Gracias a Dios se tomó una política en la que si es que tú cancelas tienes que devolver, pero si tú reprogramas no estás en obligación de devolver, porque vas a cumplir con el evento y la razón por la que has postergado no es un incumplimiento tuyo. Esa fue la política que tomamos nosotros y en general la política que propuso el gremio ARENA para todos los miembros y fue un comunicado que se lanzó y como nos hemos venido comportando y gracias a Dios hemos estado en comunicación con Indecopi y dado que es un estado de emergencia y como no las normas no estaban del todo claras en un contexto de pandemia. Hemos estado llevando la fiesta en paz, en stand-by hasta que las cosas se aclaren en esta incertidumbre que nos ha matado.
Pero sí hemos sentido el malestar de muchos fans que no entienden, que son prepotentes, que quieren sus 200 soles aquí, que la crisis económica les ha afectado y salen miles de excusas. La realidad, la razón principal para muchos casos es que hay una desconfianza, una natural sensación de estafa por el antecedente. Han habido casos muy complicados en el pasado de muchas otras productoras donde han habido cancelaciones, entonces el público siente riesgo. Ah, acá hay un movimiento, no me va a cumplir, por más que hayamos programado y la fecha la haya confirmado el artista, sienten que van a perder su plata. Dicen: «Igual devuélveme, compadre, yo quiero mi plata en mi bolsillo, ya veré después si voy o no».
Y otra es que cuando postergamos para diciembre, nunca nos imaginamos que dudaría tanto la pandemia. Nos fuimos lo más lejos posible. Del 3 de abril al 3 de diciembre. Así y todo recién nos hemos dado cuenta que el 3 de diciembre todavía no va a ser posible hacer eventos de este tipo. Así en Perú las cosas estén mejorando, dependemos de muchos factores como la gira internacional en Sudamérica, de la cual depende el show en Perú, y esa gira dependía también de un festival como Lollapalooza que se acaba de mover de fecha, entonces la viabilidad de todas esa gira ya no era posible. Los mismos artistas han dicho «ya no voy a poder ir a Perú y todavía no tengo claridad sobre el 2021, entonces mejor devolvemos todo y tú también devuelve las entradas».
Se acaba de destrabar ese nudo y por eso acabamos de anunciar que esas fechas de Happy Ending que recién vamos a poder devolver y cancelar todo; pero mira lo que ha demorado. Ha sido un proceso complicado.
Ahora, los otros shows están todavía sobre la marcha. El de Bandalos Chinos, el de Vacación [Caloncho + El David Aguilar], el de Black Pumas todavía siguen ahí donde uno por uno estamos tratando de resolver, pero eso es un tema complicado que no solamente le ha pasado a Perú, le ha pasado a todo el mundo, hay muchos fans que han sido totalmente comprensibles y no faltan por ahí os otros que son un poco más cerrados. Cada uno tiene sus necesidades y sus puntos de vista.
Bonus track: con miras hacia el futuro
Se ha anunciado que la mayoría de actividades económicas podrán regresar en enero. No esperamos que eso incluya lo conciertos masivos, ¿pero han pensado en realizar algún tipo de evento?
Yo creo que esa noticia es redactada de un modo populista porque es lo que la gente quiere escuchar y está un poquito vinculada a cierto tipos de negocios, los de primera necesidad. La normalidad se refieren más a que muchas normas del toque de queda y ciertas restricciones se van a levantar, pero hay muchos protocolos que no van a poder realmente levantarse, porque sería una irresponsabilidad y eso te lo digo yo, como civil, no como productor de conciertos. Yo no creo para nada que en noviembre tú ya puedas ir a un concierto multitudinario, porque por naturales razones las chances de contagio son mayores. Ahora, lo que sí veo la posibilidad de que con restricciones algún tipo de concierto sí se va a poder a empezar a hacer o los teatros o bares.
Si siento que algo de actividad se va a empezar a llevar a cabo, que es un buen inicio, pero yo no veo los conciertos en su total normalidad sucediendo hasta el 2021, tal vez segunda mitad. Hay que ser realistas.
¿Tienen en mente algo para este regreso paulatino?
No, nosotros estamos yendo muy sólidos con alma. No somos ciegos. La economía está totalmente golpeada, la gente está pasando una crisis económica, las costumbres han cambiado, hay cosas que no van a regresar como antes. La gente tiene miedo de salir, sale con otro ángulo, con otras necesidades, tienen otras prioridades, sus gastos tienen otras prioridades. Entonces yo no estoy seguro que el regreso sea de la noche a la mañana exactamente como era antes. Nosotros estamos siendo lo más realistas posibles con pasos lentos para ir al mismo tiempo reactivándonos según se reactiva no solamente el mercado peruano, sino la industria de la música en el mundo. Yo dependo mucho de cómo se reactiva toda la región y eso depende de cómo se reactiva el mundo entero, porque mis artistas viven en todos lados, viven en Europa, Estados Unidos, Latinoamérica, tienen que poder viajar, vacunas, visas, protocolos de sanidad para poder viajar, sincronías de protocolos regionales para que puedan haber giras.
Hay oportunidad para confiar en el talento nacional, pero el talento nacional está también limitado. ¿Cuántas bandas peruanas hay? ¿Cuántas actividades se pueden hacer con tan pocas bandas locales a lo largo del tiempo? Hay un momento que ya no vas a poder verlo, porque son las mismas 20 bandas.
O sea, hablando de bandas profesionales.
Obviamente. Me refiero a los artistas posicionados que como empresario sean considerados potenciales negocios. Artistas en general hay miles, muchos, y actividades culturales sin fines de lucro deben haber varias, muchísimas; pero te hablo de actividades… ¿Cuántos festivales de bandas nacionales crees que te aguante el mercado peruano al mes? ¿Cuántos shows de bandas nacionales?
Ahora, no estoy incluyendo orquestas ni ese tipo de variantes, que hay de salsa, cumbia, o bandas de covers. Te estoy hablando de artistas con música original y de los géneros que movemos nosotros, que son independientes, alternativos. Son pocos en el Perú.
¿Qué podrías decirles a los asistentes de los conciertos de Veltrac?
Lo que yo puedo decir es que estoy muy agradecido porque a la hora que hemos cancelado el concierto y a lo largo de toda esta pandemia —a diferencia de unos cuantos pocos que han sido completamente incomprensivos— hemos tenido un gran número de gente dándonos su total apoyo. Y ahora que hemos anunciado estas cancelaciones, nos damos cuenta que la cantidad de gente que estaba esperando tranquilita era muchísima más que los pocos que estaban reclamando su devolución.
No damos cuenta entonces de la fe, de la lealtad, de la confianza que nos tiene el público y que saben que vamos a cumplir. Eso lo apreciamos un montón.
Queremos decirles que vamos a regresar de todas maneras, que estamos vivitos y coleando. Estamos agarrando mucha fuerza, vamos a traer más sorpresas y cosas del estilo de Veltrac. Pronto se las vamos a anunciar. Tengan la plena seguridad de que cuando las cosas se reactiven, seguiremos trayéndoles el tipo de eventos y bandas que venimos trayendo desde hace 10 años.
Estén atentos a las comunicaciones en nuestros a canales.