«Hay talento, solo falta apoyo» es una frase trillada en el Perú, dicha tantas veces que parece que ya no dice nada. Se usa para indicar que —contrario a lo que muchos creen— sí existen personas prodigiosas en este país, pero no sobresalen debido a que no hay alguien —un mecenas, un patrocinador, una institución estatal— que los ayude a desarrollarse.
Se ha dicho «Hay talento, solo falta apoyo» en ámbitos deportivos, tras importantes resultados en competencias de conocimiento, luego de que algún(a) científico(a) peruano recibe algún reconocimiento o cuando descubrimos un artista independiente de alucinante talento. La decimos cada vez que bandas aún desconocidas lanzan un nuevo sencillo, y nos causan alegría —porque «hay talento»— y a la vez impotencia —porque «solo falta apoyo».
La dijimos, por ejemplo, hoy que escuchamos por primera vez «Quemarte a la Mitad», el nuevo sencillo de Santa Madero. La dijimos porque es una canción diferente a aquellas fórmulas repetitivas que inundan la radio.
¿Por qué afirmamos eso? Espera, ahora damos nuestra justificación.
El tema empieza con un grito en forma de canto, ubicado entre la furia y el lamento, un recurso poderoso que no habíamos visto antes en Santa Madero. En el segundo acto, arranca el beat trapero adornado con una atmósfera ligeramente caótica. Hacia el final la canción obtiene un desfogue de dolor y llanto.
Tenemos que mencionar también el autotune, que se muestra descarado desde el principio. Al mejor estilo de Cher, no está para evitar desafinaciones, sino para aportar sentimiento. Dato no menor: «Believe» y «Quemarte a la Mitad» tratan sobre lo mismo: el estado post-ruptura amorosa.
Según indican en la nota de prensa difundida, la canción surge del rompimiento de Karina Castillo (vocalista) y Dan Joe Salazar (teclado). ¿Hacía falta compartir ese dato? Quizás no, por ser su vida privada. Quizás sí, por hacernos saber que hay honestidad detrás de la canción.
Lo impresionante de este lanzamiento no es solo el producto entregado, sino el proceso. La composición y grabación se hicieron en un estudio casero en Chaclacayo, sin lujos ni consolas pomposas. Se trata así, de la primera autoproducción de Santa Madero. Eso sí, la masterización y mezcla corrió por la cuenta de Justin Moshkevich, ganador de tres premios Grammy.
Como resultado tenemos esta canción que suena poco a cualquier otra canción del mercado: es auténtica y tiene mucho potencial en el ámbito de la distribución comercial. Y, por si fuera poco, está acompañada de otras piezas igualmente impresionantes como «Pero Frágil» o «Linda Hamilton».
Sería genial tener la seguridad de que este se convertirá en el punto de inflexión de Santa Madero, porque es la prueba inequívoca de que «hay talento». Sin embargo, al echar un vistazo a nuestra industria recordamos de que —maldita sea— «solo falta apoyo».
Escucha, a continuación, «Quemarte a la Mitad», el nuevo sencillo de Santa Madero.