El sábado 27 de junio, el cantante de country Chase Rice desafió las leyes y dio un concierto ante casi 1000 personas en Tennesse, siendo indiferente al alto número de contagiados en Estados Unidos. Los asistentes no guardaron ningún tipo de distanciamiento ni optaron por usar protector facial. El evento se realizó en un local amplio y al aire libre, además, con el 40% de su capacidad. Sin embargo, expertos advierten que esto no es suficiente para evitar el congio del covid-19.
Como si esto no pudiese empeorar, el cantante subió a sus redes sociales una grabación en la que se muestra al público junto a la frase: «Estamos de vuelta», lo cual se prestó para críticas.
Esta no es la primera vez que se realizan eventos así burlándose de la emergencia sanitaria que se atraviesa. El mismo sábado, otro artista llamado Chris Janson habría realizado un concierto con 2800 asistentes.
Rice, por su lado, no ha optado por mostrar arrepentimiento por su arriesgado show, afirmó que «cada uno tiene su opinión distinta sobre el COVID-19, cómo funciona con los asistentes a conciertos de música en directo y lo que parece». No obstante, también agregó que la seguridad de su público es una gran preocupación para él.