Muchos hemos crecido conociendo y sobretodo escuchando, ya sea por curiosidad o por recomendación de otros, a diversas bandas que han marcado un antes y un después en la música, logrando crear una vertiente que ganaría espacio en la historia de muchas generaciones. El rock ha tenido grandes leyendas y descendientes que han seguido su inspiradora tradición por muchos años, partiendo desde los Beatles, The Rolling Stones, The Who, Led Zeppelin, etc. Sin embargo, el tiempo nunca se detiene y ha de cambiar las cosas a su paso. Es así que, hoy en día, vemos una infinidad de grupos o solistas que hacen música partiendo del rock, pero orientado hacia otras géneros y que van alejándose cada vez más de la materia prima de la cual dicen basarse.
A comparación de otros que desacreditan la importancia del rock, existen grupos que reivindican su esencia y la reconstruyen en plena era de la web 3.0 o tiempos en los que MTV pasó de ser un canal endiosado por los buenos videos musicales y artistas que pasaban, a un simple medio de realities y en donde la música ya no tiene valor. Este renacer solo pudo ser concretado gracias a cuatro adolescentes irlandeses que se abren camino en la escena musical con gran convicción. Ross Farrelly (vocalista principal y armónica), Josh McClorey (guitarra principal y voz), Peter O’Hanlon (bajo y harmónica) y Evan Walsh (batería) integran THE STRYPES.
Oriundos de Irlanda, con edades de entre 15 y 16 años por cada integrante, la banda se formó en el 2011 y lanzó su primer álbum de estudio“Snapshot” deleitando con un cóctel explosivo que combina el blues de la década del 60 con el pub-rock de los 70, el rythm and blues con el garage rock, siendo los Beatles y los Rolling Stones las piedras angulares de su inspiración. Ahora en este año, y motivo por el cual es esta reseña, lanzaron su segunda producción discográfica de nombre“Little Victories”
“La basura pop está saliendo ahora. Eso me pone furioso”, dijo Walsh en un reportaje al diario inglés “The Telegraph”. Como rechazo al pop, los sonidos de las 12 pistas de “Little Victories” no son aptos para amantes de los Backstreet Boys, Justin Bieber o Selena Gómez, si queremos ser más actuales.
Todo nuevo producto, siempre debe dejar una buena primera impresión a nuestros sentidos. Es así que, “Get Into It” (primer single promocional), cumple con este principio de marketing y nos traslada a un pasado donde el rock era único y que por el ronroneo de la armónica recordaremos a los Stones y su clásicaVoodoo Lounge. El ritmo no se detiene y en “I Need To Be Your Only”, los irlandeses pasan al estilo del hard rock y el blues sin necesidad de despeinarse ni perder la magia de sus riffs.
The Strypes han decidido explorar un poco más a partir de sus raíces, mimar más la producción y combinar nuevos estilos que no desacriten la importancia del rock. Claro ejemplo está en “A Good Night’s Sleep And A Cab Fare Home” (tercer sencillo promocional), una canción bien producida y en donde la voz toma todo el protagonismo, la velocidad se reduce y los solos se pierden, entregándonos un tema muy pegadizo.
La fuerza toma protagonismo con “Eighty-Four” (segundo sencillo promocional) en donde los riffs son agresivos y el sonido más clásico, fáciles de comparar con los británicos Arctic Monkeys, al igual que en “Queen Of The Crown”, que cuenta, a mi parecer, con uno de los mejores riffs del disco, tanto así que desearías que tu escoba fuera una guitarra de verdad y tocarla sin parar. Una vez que te quedes sin aire, puedes relajarte por un momento con la cálida “(I Wanna Be Your) Everyday”, primera balada que el grupo se atreve a interpretar en su carrera, ofreciéndonos un corte al que añaden teclados y que suena mucho a las baladas de rock de los 80’s.
El track 7 viene a cargo de “Best Man”, con un riff potentísimo que puede hacerte alucinar que estas escuchando a los Pearl Jam en sus últimas producciones, pero con un toque clásico.“Three Streets And A Village Green” y “Now She’s Gone” siguen la misma línea, con la guitarra como gran protagonista y a su vocalista Ross Farrelly cantando de manera muy agresiva.
Continuando el recorrido, “Cruel Brunette” nos trae un tema que suena al indie-rock al que podemos estar expuestos, con grandes cambios de ritmo haciéndolo muy variado. En “Status Update” vuelven al estilo retro recordando a majestades como Elvis Costello, The Ramones, The Yardbirds o The Jam, esto gracias a un bajo y una armónica que convierten el tema en diversión pura. Y para gran cierre al viaje, “Scumbag City”, abre con una melodía muy pop, pero que no dura mucho tiempo ya que rompe repentinamente con uno de los riffs más destacables del disco.
Si eres ambicioso o te quedaste con las ganas de escuchar más de The Strypes, puedes escuchar o bajarte la versión super deluxe, que incluye 7 tracks extras, entre los cuales recomiendo “Kick Out the Jams”, “Never There” y“G. O. V.”, en donde el rock, los riffs estridentes los arreglos están más cuidados y el bajo cobra un protagonismo mucho mayor.
Para todos aquellos que somos nostálgicos y terminamos preguntadnos ¿Qué fue del rock clásico que escuchamos alguna vez? He aquí una respuesta alentadora: el rock clásico no ha muerto, sino que es como la materia, que no se crea ni se destruye, solo se transforma. Buena muestra de ello está en lo que hacen, hoy en día, grupos jóvenes como The Strypes.
PD. “Blue Collar Jane” fue uno de los singles mas sonados del primer disco de The Strypes, por si desean conocer sus inicios.