En las últimas noticias, muchos especialistas y entidades se han alarmado por las amenazas climatológicas que han de azotar a nuestro país, claro ejemplo es el temido fenómeno del niño y lo trae consigo como las inundaciones o sequías. Lo cierto es que vivimos tiempos en los que el clima es tan inestable, donde podemos estar en temporada de primavera pero nos desconcertamos al ver la panza de burro que cubre la ciudad y nos preguntamos: ¿A dónde se fue el puto sol? Muchos podemos odiar el clima frío, templado o cálido, pero en lo que respecta a música existe un clima ideal y que merece la siguiente reseña: THE DEAD WEATHER.
Aunque el nombre del grupo suene a muerte, sus integrantes son potencias vivas que hacen de su formación una combinación más que interesante. Por el lado femenino tenemos a Alison Mosshart (vocalista de The Kills), mientras que por los caballeros contamos con la leyenda de guitarra Jack White (ex integrante de The White Stripes, The Raconteurs y solista empedernido), Dean Fertita (guitarrista de Queens of the Stone Age) y Jack Lawrence (bajista de bandas como The Raconteurs, The Greenhornes y City And Colour).
The Dead Weather tiene la particularidad de parecer una banda de los comienzos del hard rock de los 70’, mostrándose con las chaquetas negras, los cabellos desprolijos y la oscuridad siniestra que forma a su sonido y por consiguiente a su estética. Tras 5 años desde su último disco, “Sea of Cowards”, presentan tu tercer disco de estudio teniendo por nombre “Dodge & Burn”, producción lanzada el 25 de septiembre a través de Third Man Records, la cual reivindica todo lo que el grupo estadounidense quiere transmitir como es el rock pesado mezclado con blues y el delirio mutuo que comparten Jack White, alejado de las guitarras para sentar las bases rítmicas desde la banqueta y Alison Mosshart con su distintiva voz y su estilo rockero.
Con un total de 12 tracks, este álbum congrega un vaivén de sonidos que a cualquiera que se proclame gustoso por el rock, le fascinará de principio a fin. Con guitarras y bajos distorsionados, sintetizadores imperceptibles pero que sin ellos el disco sería otro en cuanto a sonido. Prueba de ello es el primer single “I Feel Love (Every Million Miles)”, donde hay que resaltar el trabajo vocal de Alison junto a la guitarra de Fertita luciéndose por completo. Esta canción llega a su clímax cuando la velocidad disminuye, logrando desarrollar un ambiente oscuro y dramático.
Seguidamente, “Buzzkill(er)”, pista lanzada el año pasado para seguir construyendo el impulso de la banda, luce a White impecable en la batería, instrumento que se puede definir como el que mejor domina y entregas bestiales de bajo. Por otro lado “Let Me Through”, es de los temas en la que Mosshart demuestra que su voz tiene una elegancia caótica y que es tan intensa que en ocasiones roza los guturales y con sus pegajosos coros de “boom boom boom”,
El cuarto track llega con “Three Dollar Hat”, en donde Jack White toma el control del micrófono en diversas partes de la canción, remitiéndonos a ese juego tan peculiar de voz y melodía que a este músico le encanta hacer en todos sus proyectos y con un bajo de base hip hop, con la diferencia que en esta ocasión no es protagonista totalmente. El teclado toma más protagonismo en “Lose The Right, mientras que White vuelve a hacer gala de sus clásicos redobles y particular estilo de tocar la batería de forma impecable. Por otra parte, “Rough Detective”, es de aquellos temas que mantiene los elementos clásicos de su sonido: batería de impecable tempo, riffs con una incomparable esencia garage rock y cambios de ritmo dentro de la canción.
Con el grito en el cielo, invade nuestros oídos “Open Up”, un tema en el que la guitarra se torna más fiera y las segundas voces crean más drama. Se aprecian guitarras precisas y fuertes, acompañadas de una batería y bajo que marcan y dan pie a toda entrada, acento y final en la canción.
Siguiendo el play, llega “Be Still” siendo una de las canciones más suaves a comparación de sus antecesoras, pero que trasmite esa sensualidad que Alison sabe explotar y llevar a otro nivel en cada una de sus exhalaciones. Mientras que “Mile Markers” y “Cop & Go”, ofertan ráfagas de ruido sucio, donde la voz de Mosshart se vuelve hipnótica mientras la guitarra de Dean la acompaña de gran manera. Cabe resaltar los gritos y las distorsiones que toman el papel principal la cierre de este bloque de temas.
A puertas de cerrar el kiosko, “Too Bad” reafirma el estilo oscuro y fulminante de la agrupación, condensando la esencia del disco que nos ha llevado como una montaña rusa sonora, con constante golpeteo, pendientes y resbaladizas bajadas que en un momento tienen que parar lenta y suavemente.
Pero no todo es fuerza, ya que el lado feeling se hace sentir con campanadas de piano y un entorno de orquesta, siendo algo muy inesperado.“Impossible Winner” es una balada, donde Alison Mosshart desmaya exuberantes cuerdas y teclas, demostrando que no siempre serán guitarrazos y potentes baterías, sino que hay un poco de todo.
Originarios de Nashville, tierra conocida por tener las mejores leyendas de terror, esta agrupación ha poseído grandes logros con sólo 6 años de trayectoria musical posicionándose en la mente de lo indie y escabroso. Muchos críticos han catalogado su nueva producción como un completo tributo a las artes oscuras y la magia, donde lo extraño se realza con cada tema, provocando que realmente dudes de tus creencias y adores lo que escuchas con una seducción poco normal donde seguro caerás con un atónito final en cada track.
Lo cierto es que con el empleo de riffs simples, pegadizos pero ingeniosos, bases alocadas con cambios de ritmos, empezando a veces como un blues lento y oscuro para terminar en una bomba de tiempo punk, The Dead Weatherconsolida un sonido que los sitúa en los puestos altos de los referentes del rock alternativo moderno propio de las entrañas de la oscuridad y que quedará ahí, ya que sus miembros han decidido no hacer giras ni presentaciones promocionales respecto a este disco. Provecho oscuridad.