Cage the Elephant: Rock joven, rebelde y ruidoso

Tras noticias de todo calibre como el nuevo éxito de Tongo y su versión chicha de “Sorry”, tema de Justin Bieber, así como el sueño hecho realidad y con hashtag incluido de Monique Pardo de obtener una entrada premium (primerísima fila) para el concierto de los Rolling Stones, hoy nos alejamos de la coyuntura nacional para dar a conocer y recomendar a una banda con una propuesta musical interesante e incluso algo familiar. Con la juventud de sus miembros como factor importante y combinados con el dinamismo y la ferocidad de sus primeros zarpazos en la industria musical hoy les presento a: CAGE THE ELEPHANT.

Oriundos de Kentucky y surgidos como banda por primera vez en 2008 bajo la batuta de Matt Shultz, esta banda ha logrado en el transcurso de sus tres producciones musicales una aceptación inmediata por sus riffs de guitarra musculares, ganchos melódicos y una entrega de fácil digestión en sus espectáculos en vivo. Desde su debut, Cage The Elephant ha ido retocando su sonido alcanzando un sonido distintivo y adictivo pero que fue alterado por la salida de su guitarrista, Lincoln Parish, para dedicarse a la producción musical en el 2014.

Tell-me-im-pretty-cage-the-elephantTras la baja en una de sus guitarras, la banda de Shultz no se amilano y volvió al estudio de grabación a fin de desarrollar un nuevo disco que contenga aquel sonido placentero, clásico pero irreverente de rock, siendo elegido para la producción Dan Auerbach (vocalista de The Black Keys y The Arcs), logrando resultados sublimes en la producción del cuarto álbum de estudio de la banda titulado “Tell Me I’m Pretty” y grabado en los estudios Easy Eye Sound en Nashville, Tennessee.

Lanzado el 18 de diciembre del 2015 bajo el sello de RCA y como regalo navideño, esta producción consta de 10 tracks en los que el rock joven, rebelde y ruidoso invade el ambiente con un sonido oscuro, más complejo y menos frívolo que el de sus inicios siendo una alternativa interesante para quienes están cansados de lo mismo en las radios locales. Para dar inicio suena “Cry Baby”, la cual cuenta con guitarras de estilo psych propios de la influencia Auerbach, sonando de forma elegante y minuciosa, con escaleras de un bajo bien dominado por Daniel Tichenor y tonos vocales más que interesantes.

En seguida hace su ingreso Mess Around, primer sencillo promocional del álbum y que vacila entre los sonidos hipnóticos y poderosos propios del estilo de The Black Keys. En este tema destaca el tono tranquilo en los versos, la potencia de los estribillos y el solo de guitarra que acompaña hasta el final del tema. Sin duda Dan Auerbach pone su pizca de creatividad en cada nota.

Por otra parte “Sweetie Little Jean” es uno de los temas cargados de ternura en el sonido del álbum ya que habla justamente de extrañar a alguien y en donde Shultz juega con la voz, usando los golpes marcados para dar esa sensación de realidad que se rompe al llegar el estribillo y dejando la tranquilidad para pequeños puentes.

Otro tema igual de feeling es “Too Late To Say Goodbye”, en donde se evidencia una total inspiración soul, de esa de la que se nutre el buen Auerbach en todas sus producciones y de la que ya es todo un master como fue el caso de The Arcs. Aquí el juego que hace la voz de Shultz crea atmósferas de buen potencial, mientras que la guitarra de Brad Shultz es poseída por el espíritu de los 60’s con excelente trabajo en el pedal. Nada mal para ser tranquilo y desgarrador.

A mitad del álbum hace su ingreso Cold Cold Cold, siendo más alegre y con un fuzz distorsionado propio de artistas de la escena garaje del sur de California. Aquí el coro es fácil de recordar y contagioso de corear, mostrando un sonido interesante que, a diferencia de lo que dice la letra, no nos deja fríos por dentro.

Asimismo, Trouble es una de las canciones más sobresalientes de esta producción debido al sonido mágico que construye en los primeros versos al que ya nos han acostumbrado desde su segundo trabajo. Sin duda es una melodía enorme, con un estribillo delicioso y una cadencia precisa con la cual basta para coronar para la consagrada del disco.

El track 7 llega con de forma relajada y melancólica con How Are You True”. Aquí la guitarra acústica y el aumento progresivo abren camino para destacar y ser añadida en las grandes canciones del grupo. La dosis de rock joven de los Beatles y el rock rebelde combinan en una química envidiable para otras agrupaciones hoy en día.

“That’s Right” sin duda nos hará recordar a The Black Keys por los sonidos de psicodelia presentes en cada segundo del tema, así como las guitarras que lloran de felicidad y una batería lujuriosa que no se detiene bajo el desempeño de Jared Champion. Aquí se evidencia un choque entre dos emociones y que subiendo con la distorsión en la guitarra nos despierta en una pequeña alegría durante casi cuatro minutos.

Otro psicodélico tema suena con “Punchin’ Bag” en donde encontramos una lírica que habla de una mujer peleando por el abuso doméstico y en el que por alguna extraña razón uno llega a imaginar a Matt Shultz y Dan Auerbach cantando juntos este tema y con la fusión de sus bandas en una sinfónica de garaje rock del bueno. Con ese punto entre hortera y pegajoso The Arcs debió apropiarse de tan buen tema, pero Auerbach no es envidioso.

Todo tiene su final y un nombre, por lo cual Portuguese Knife Fight, es el último tema que para variar nos teletransporta a los tiempos de “Thank You Happy Birthday”, cuando Cage The Elephant eran otra banda radicalmente distinta. Este ejercicio de descarada nostalgia y retorno a su sonido original consigue no desentonar con el resto de sus compañeras y poner punto final al disco, dando paso la guitarra a la voz y cediéndose el paso para destacar ambas por igual.

Con todo ello, Cage the Elephant ha hecho un  trabajo más que consagrado en compañía de Dan Auerbach, logrando un poderoso sonido para culminar el 2015 y tener bien presente en el 2016. Si bien es cierto partieron de un rock joven, rebelde y ruidoso, y llegados a cierto momento decidieron echar el freno y experimentar con “Tell Me I’m Pretty” pese a la marcha de su guitarrista principal. Sin duda las guitarras siguen manteniendo su rol fundamental, al que ahora se añaden sombras retro gracias a su productor y que merece nuestra total atención.