Tras la fatídica muerte de George Floyd a manos de un oficial en Minneapolis, Estados Unidos, miles de personas alzaron su voz de protesta frente a los actos de odio que continúan pasando en esta parte del mundo. Este pedido de ayuda no se limitó solo a Norteamérica, pues también en países como Francia, Canadá, Nueva Zelanda, Alemania e Inglaterra, las personas tomaron las calles como muestra de solidaridad hacia las víctimas de racismo.
Mientras tanto, en Estados Unidos con protestas y revueltas, ciudadanos en distintas ciudades (Washington, Nueva York, Minnesota) se enfrentaron a las autoridades en busca de igualdad y justicia. Este movimiento continuó ganando aliados, siendo una de las más resaltantes la industria musical, quien propuso un Blackout Tuesday para el 2 de junio.
¿En qué consistió el Blackout Tuesday?
El Blackout buscó ignorar, cancelar y bloquear cualquier tipo de acción comercial que tuviese relación con lanzamientos, transmisiones o disponibilidad de playlists, no solo en redes sociales sino también plataformas streaming.
Teniendo como principal motivación el generar conciencia y la toma de acciones por parte del público para hacer frente a las segregaciones raciales aún existentes en pleno siglo XXI.
Al evento se unieron las mundialmente conocidas Columbia Records, Warner Music y Universal Music, por mencionar solo algunas productoras, las cuales publicaron en sus cuentas y páginas oficiales mensajes de concientización, bajo el hashtag #TheShowMustBePaused y #BlackoutTuesday.
Mientras que Spotify transformó las portadas de sus playlists, colocándolas todas en color negro y con el subtítulo “Black lives matter”.