La banda británica, liderada por Tom Chaplin, se reencontró con sus fans peruanos en el Parque de la Exposición, en una noche inolvidable.
Muy pocas veces se puede decir que una banda suena mejor en vivo que en estudio, con Keane no hay margen de error en esta afirmación. Los chicos -ahora no tan chicos- de Bexhill, Inglaterra, nunca decepcionan.
Han pasado seis años desde la última vez que pisaron nuestro país juntos, pero da la sensación de que nunca se hubieran ido. La banda, liderada por Tom Chaplin, regresó a Lima para presentar su gira Cause and Effect en el Parque de la Exposición del Centro de Lima. Un disco lleno de historias reales, pérdida y esperanza.
El espectáculo empezó a las 9 en punto. Tom hizo su aparición junto a sus inseparables Tim Rice-Oxley (teclado), Jesse Quin (bajo) y Richard Hughes (batería).
La canción elegida para arrancar el concierto fue «Disconnected» (2012). Con la sobriedad que los caracteriza, no necesitaron de grandes efectos especiales para conseguir que los asistentes gritaran, saltaran y los ovacionaran con cada estrofa. La melodiosa voz del vocalista y los sonidos envolventes de los instrumentos, hicieron todo el show.
Después vendría «Bend & Break» (2004), tema que nos hizo viajar en el tiempo y demostró que la banda está más unida que nunca.
Entre canción y canción Tom probó, una vez más, que es un artista sincero, amable y ocurrente. Era fácil que uno sintiera que estaba en la sala de su casa conversando con un amigo. Podías estar a varios pasos de él, pero se le sentía muy cerca.
«Estuvimos parados cuatro horas en el tráfico, pero el cariño que nos han dado y su riquísima comida, lo compensó todo», dijo en una oportunidad.
Luego llegarían sus grandes éxitos y algunos temas del nuevo álbum: «Silenced by the night», «Phases», «Everybody´s Changing», «Is it any wonder», «Strange Room», «Spiralling», «Perfect Symmetry», «She has no time», «Nothing in my way», «You are young», «A bad dream», «Love too much», «This is the last time», «The way i feel», «Bedshaped» y «Somewhere only we know», el himno de muchas generaciones. Por mucho, el momento más emotivo de la noche.
Justo cuando pensábamos que la noche había terminado, volvieron al escenario con un encore que armó la fiesta: «Chase the night away», «Crystal Ball» y «Sovereigh Light Cafe».
Después de agradecer al público por seguir ahí a pesar del paso de los años, prometieron que no sería su último concierto aquí. Esperamos que cumplan su palabra. Con Keane nunca es demasiado.
Texto por Carolina Díaz
Fotos por Sebastián Aliaga