El 23 de noviembre de 2019 quedará grabado en la retina de muchos que vivieron en carne propia no solo la realización de diversos eventos importantes en simultáneo, sino también el día que The Strokes se apoderó completamente de un estadio entero en Lima, Perú, marcando la primera vez que la banda toca en el país sudamericano en el marco del ya consolidado festival Vivo X el Rock.
Por primera vez se incluyeron varios géneros musicales (desde cumbia, hasta reggae, pasando por música electrónica y rap) en más de 7 escenarios repartidos en todo el Estadio de la Universidad San Marcos y alrededores, un buffet musical para todos los gustos que nuevamente demostró que no existen barreras para la música.
La undécima edición de Vivo X el Rock, evento que nació en 2013 y que se ha convertido en el festival más grande del Perú, ha dejado más de una sorpresa, momentos tanto positivos como negativos que resaltaremos en esta nota.
Pero primero lo primero. Veamos. El día elegido coincidía con la realización de varios eventos en simultáneo y que sin duda saturaría Lima generando un tráfico atroz (mucho más de lo que se tiene acostumbrado). La final de la Copa Libertadores en el Estadio Monumental, conciertos de reggaetón y salsa, marchas y hasta una maratón fueron los programados para ese día y hasta el propio INDECI (Instituto Nacional de Defensa Civil) alertó que la capital peruana no estaba preparada para tanto al mismo tiempo. Afortunadamente todo salió bien pero eso no implicó que varios tuvieron demoras en llegar al Estadio de la UNMSM, lugar donde se realizaría el vivo.
Ya en el lugar del evento los ingresos eran rápidos y señalizados, e incluso se habilitó una puerta adicional para la entrada de las personas (hecho que en otras ediciones del festival que se realizaron en este mismo local no se produjo). Esto significó un gran alivio para la gente ansisosa por entrar y ver a sus artistas tocar.
Ya dentro del lugar uno se encontraba con algo un poco -solo un poco- desalentador: parecía un laberinto. Al existir 7 escenarios diferentes era obvio que estarían dispersos, pero la ubicación resultó ser algo confusa. Algo que resaltar es que pesar de tener esa complicada distribución, la señalización dentro del recinto era muy buena porque cumplía su objetivo de manera clara, aunque muchos ni se tomaron el tiempo de leer esas señales debido a al euforia del momento. Hubieron algunas cosas más que resaltar pero eso lo hablaremos más adelante. Sigue leyendo que se viene lo bueno.
Desde muy tempranos las bandas y solistas que fueron convocados para esta edición dieron lo mejor de sí. Serial Asesino y No recomendable se encargarían de comenzar a calentar el ambiente en los escenarios rock y fusión respectivamente. Por su parte en el escenario Independiente la banda Bang4 fue la encargada de demostrar que estaba a la altura de sus colegas que veríamos más adelante. Por su parte la activación de Red Bull con la temática de «La Batalla de los Gallos» empezó a llamar la atención de la gente que se iba acercando para ver freestylear a diversos artistas peruanos de la escena rap local.
Mientras Wendy Sulca demostraba que «la tetita ya fue» y Cementerio Club tocaba en el escenario rock, en el estadio todo comenzaba. Deadly Apples regresó a Perú luego de presentarse por primera vez en el mismo festival pero en su edición anterior, ellos fueron los encargados de hacer mover las primeras cabezas del lugar. Luego los colombianos de Don Tetto se hicieron presentes para poder cantarle a toda la fanaticada limeña sus más grandes éxitos demostrando que el público de aquí los ama.
En el escenario fusión los nacionales de Uchpa hacían formar los primeros pogos con su rock fusionado con ritmos andinos mientras que Por hablar en el escenario rock hacía saltar y nuevamente poguear a todos los presentes. Eran un poco más del mediodia y la gente iba llegando mientras que el estadio la verdadera fiesta comenzaba.
Él Mató a un Policía Motorizado regresó a tierras peruanas para deleitar a sus seguidores que desde temprano fueron a verlos y escuchar canciones como «El Tesoro», «Mi próximo movimiento» o «Chica de Oro» que formaron parte de su setlist. Luego de terminar salió al escenario de al lado la banda Carajo, que regresó para hacer poguear a la multitud con canciones como «Ácido», «Sácate la Mierda» o «Joder» entre otras más. Para este momento ya el estadio estaba mostrando una gran cantidad de gente aglomerándose para escuchar a las bandas.
Mientras que en el escenario fusión se iba preparando para los salseros de Camagüey, en el escenario rock Trémolo iba terminado para darle pase a Diazepunk, en el escenario Independiente Inzul tocaba para luego seguir Autobús, la carpa de Red Bull estaba captando aún más gente que se iba acercando para ver batallar con las mejores rimas y la carpa de Lima Sound System iba haciendo bailar a cualquiera que pase por esa zona. En el estadio la gente iba llegando y acomodándose porque aparecían ya las bandas fuertes de la edición.
El Cuarteto de Nos llegó a Lima para realizar un concierto y presentarse por primera vez en el festival luego de varios pedidos de sus fans en redes sociales a la organización del evento. «Lo malo de ser bueno», «Anónimo», «Roberto» entre otras más hicieron gozar a la multitud mientras que en el escenario de al lado todo iba quedado listo para el siguiente acto. Terminó de tocar el Cuarteto para darle pase a The Rasmus que se presentaban por segunda vez en Perú y en el festival. A pesar de que su presentación fue cerca de las 4 de la tarde la gente estaba desde muy temprano para verlos en vivo y cantar sus canciones aun claro está que la gente la que más coreó fue «In The Shadows».
Mientras en el escenario fusión, Mauricio Mesones, ex vocalista de la banda Bareto, presentaba su nuevo proyecto en solitario haciendo bailar a todos y en el escenario rock Cuchillazo hacía poguear a los asistentes en el estadio se presentaba Mago de Oz. La banda española regresó al festival y al país donde a pesar de haberlos vistos casi en todas las ediciones hay gente que si los escucha y es por ellos que la agrupación mostró un setlist muy especial e incluso dijeron que pronto iban a regresar para dar una serie de conciertos en Lima y Arequipa.
Mago terminó y mientras ponía «Stayin Alive» de los Bee Gees varios esperaban el momento para ver a otra de las bandas que más gente reunió en el lugar: Bullet for my Valentine. La banda empezó de manera brutal con «Don’t Need You» desatando la euforia de todos y varios formaron no uno si no hasta 5 pogos en simultáneo. «Walking The Demon», «Tears Don’t Fall», «No Way Out» entre otras hicieron vibrar a los asistentes mientras en el otro escenario se preparaba Fito Páez par darnos lo mejor de sí.
Un detalle que hay que añadir es que varios se preocuparon al momento de conocerse que Fito estaría cerrando con broche de oro la Final de la Copa Libertadores 2019 en el Estadio Monumental de Ate que se encuentra cerca a la Av. Javier Prado, una de las arterias vehiculares más congestionada de la ciudad, por lo que estaba en jaque su presentación en el festival. A pesar de todo llegó a tiempo para poder cantar con su público peruano. «El amor despuès del amor», «Circo Beat», la clásica «Mariposa Technicolor» entre otras más fueron las encargadas de hacer la velada especial mientras que en el escenario de al lado se iba preparando una de las bandas más importantes de esta edición.
Para este momento ya teníamos un estadio reventando de gente, los otros escenarios llenos y aún con mucha masa humana aglomerándose entre pasadizos y partes altas de los respectivos escenarios. Mientras tanto en el estadio Interpol regresó en menos de un año a Perú para volver a hacernos soñar mediante sus líricas. Paul Banks, vocalista de la agrupación, se dirigió hacia el público peruano recordándoles su primer concierto por estas tierras y que según en palabras de él ambas presentaciones fueron memorables para él. «Evil», «Not Even Jail», entre otras más que pusieron el ambiente feeling. Mientras tanto en el escenario de al lado se iba preparando el segundo headliner de este concierto.
El turno de los Maggots
Slipknot se presentó por segunda vez en Perú quedando de mostrado que sus seguidores de aquí son tan fieles como para soportar muchas horas bajo el sol para poder escucharlos a ellos. Una gigantografía enorme con el nombre escrito «Slipknot» cubriendo todo el escenario nos hacía presagiar que sería un show diferente, único, aunque también uno de los más brutales ya que mucha gente se comenzaba a desmayar o pedía ayuda para poder salir y estar a buen recado. Aún no empezaba el show.
Interpol terminó y siguió el turno de Corey Taylor y compañía. Las luces se tornaron de un color naranja un poco oscuro simulando quizás las llamas de fuego mientras de fondo se escuchaba «For Those About to Rock (We Salute You)» de AC/DC. De pronto se apagó la música y comenzó lo brutal. La gigantografía gigante se cayó para dar pase a Slipknot desatando pogos por doquier y una multitud sedienta de metal que empujaba a más no poder.
Comenzaron con «People=Shit» con la cual todos saltando dieron una calurosa bienvenida a la banda a San Marcos. «Eh eh eh eh» se escuchaba decir al compás de la batería. «(Sic)» fue la segunda canción que tocaron y que desatando aún más la euforia de la gente. Lo que se veía venir se cumplió. Como si fuera una batalla campal muchas personas quería salir como sea del tumulto que se había generado y que solo quería respirar un poco o de plano no golpearse con tanta emoción que se interpuso al ritmo de la música.
Cuando tocaron «Before I Forget», un clásico de la banda, si estaba en campo tenía dos opciones: o pogeabas y saltabas entre todos o «camaron que se duerme…». Desde las tribunas la gente se impresionaba por el gran nivel de la gente que se dedicó a disfrutar de las canciones. «Wait and Bleed», «Duality», «Psychosocial», «Spit it out» fueron solo algunas caniones de su repertorio que tocaron ese día. Los rostros emocionados pero cansados y magullados por la emoción de ver a sus idolos cara a cara reflejaron el gran ambiente a festival que se vivía. Mientras tanto en el otro escenario la gente se iba acomodando para el estelar y la banda más esperada de la noche: The Strokes.
Todo el estadio solo para The Strokes
Julian Casablancas y compañía llegaban por primera vez a Perú como The Strokes (Julian ya ha llegado a tierras peruanas, pero como solista), lo cual generaba expectativas entre toda la multitud. A las 11:30 p. m. mientras de fondo se escuchaba «Thor is Like Inmortal» de The Fuckin Champ iba saliendo el quinteto estadounidense para estar cerca con su público que tras años de espera iban a poder escucharlos en vivo. Empezaron rapidamente con «Heart in a Cage» desatando la algarabía en todo el estadio. Esto fue curioso: todo un estadio lleno solo para escuchar a The Strokes en vivo, sin duda un gran acto de efervescencia festivalera.
Nuevamente la algarabía se poderó del público con «You Only Live Once» donde todos corearon casí a un solo grito unísono. «The Modern Age», «New York City Cops» y «Under Control» fueron las siguientes en ser tocadas por ellos.
La sorpresa de la noche fue cuando tocaron «Machu Picchu» como a manera de rendir homenaje al público asistente y honrar a una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno». La última vez que esta canción fue escuchada en vivo fue en 2016 lo que corresponde tres años sin haberla tocado en vivo. «I Can’t Win», «On the Other Side» fueron las sigueintes pero con «Reptilia» la gente hasta formaron pequeños pogos para bailar al ritmo de la guitarra tan característico de esta canción.
El broche de oro llegó con «Juicebox» y Last Nite» en la parte del encore donde todos sacaron sus celulares para grabar el momento y tener como un recuerdo del día en que sus ídolos decidieron aterrizar en su país para cumplir su sueño de verlos en vivo.
Aún no acababa el festival pues en los demás escenarios la gente se iba aglomerando para seguir disfrutando. En el escenario fusión Armonía 10 se encargó de ponerle el toque de cumbia peruana al evento. La inclusión de esta y otras agrupaciones de este género fue muy criticada, sin embargo, ese día quedó demostrado una vez más que para la música no hay barreras. Se llenó, totalmente, nadie quería perderse a Armonía 10 ni siquiera la gente mas rockera y salvaje se pudo resistir ante los ritmos tropicales importados desde el norte peruano.
Mientras tanto en el escenario rock la banda Chabelos mostraba lo mejor de su repertorio haciendo vibrar al público que ya siendo más de las 2 de la madrugada se quedó para verlos a ellos y hacer -como decimos por estos lares- «chongo» con sus letras pícaras de sus canciones.
Ya finalizando el dj de música electrónica Don Diablo llenó de colores el escenario fusión y cerró este mismo con broche de oro. Un show lleno de luces, pirotecnia, serpentinas y mucho CO2 fue lo que nos esperó mientras que en el escenario rock Mar de Copas cerraría y así se daba por concluído este gran evento.
Ahora si: Lo bueno, lo malo y lo feo.
Lo bueno
Hay que reconocer que la organización para este evento sí estuvo mejor. Debemos resaltar, además, que hubieron muchas activaciones y pequeños concursos donde si particpabas te ganabas un premio. Había un lugar para poder cargar tu celular y descansar un poco de la euforia que se tiene en este tipo de conciertos.
Otro punto para aplaudir es el que hayan colocado puestos de comida tanto para gente carnívora como vegetariana, además de la inclusión de frutas dentro de estos alimentos lo cual generó mucha emoción para aquellas personas que pedía comidas de acuerdo a su ritmo de vida.
No nos olvidemos tampoco de la Feria Perú Independiente que tuvo una gran acogida sobre todo sus vasos con un arnes de plástico se colocaba en tu cuello como una medalla. Qué gran ingenio para hacer más fácil a las personas que le gusta disfrutar la cerveza y la música.
Y por supuesto haber puesto diferentes escenarios como el Independiente que impulsa a los proyectos de mujeres emprendedoras que quieren abrirse un camino en esta industria y de bandas que son buenas y necesitan un pequeño impulso para darse a conocer. Así mismo, el escenario de Red Bull que al inicio incluyó rap para luego dar pase a música electrónica como el tech house o el deep house fueron un gran plus que convirtió aún más grande la fiesta musical que se vivió.
Lo malo
Algo que todo el mundo se quejó fue de la falta de puestos de comida y los que había se saturaron por completo formand colas de más de una hora para comprar alguna hamburguesa y algunas bebidas. Esto obviamente generó mucha incomodidad debido a mucha gente se estaba perdiendo parte del show de algún artista por estar en la cola.
Otro punto en contra fue la poca señal que se tuvo logrando así que muchos se queden incomunicados y pierdan de vista a sus amigos. Es normal que en eventos de este tipo sucedan este tipo de inconvenientes, pero la organización debe ponerse de acuerdo en solucionar esto para futuras ediciones.
El precio de la comida fue muy elevado, pero ese no fue tanto el problema en sí. Ya se sabe que en este tipo de conciertos la comida y bebida están muy caros. El problema radica en que con el pasar de las horas las cosas iban subiendo o sea nunca se mantuvo un precio fijo generando confusión.
Lo feo
Sin duda lo más vergonzoso fue ver como gente se trepaba en la torres para lograr tener una mayor visualización del concierto. Esto es sumamente peligroso ya que estas personas estaban propensas a sufrir un accidente y los que quedaría mal no son los afectados que por actos de imprudencia se ven perjudicados sino la producción o los responsables del evento. Mayor seguridad y medidas mas restrictivas con respecto a este tipo de casos para evitar tragedias futuras.
Conclusiones
Si bien el nivel de producción se mejoró tanto en las bandas que formaron parte de esta edición así como los escenarios entre mucho más se tiene que mejorar en aspectos a la seguridad y atención al cliente debido a la demora de muchas personas en comprar algo de comer y que los precios que manejan no sean estables como la mayoría de festivales en el mundo si lo tienen.
Lo que se vivió el 23 de noviembre fue algo único. Una noche donde se juntaron diferentes géneros para una sola cosa: hacer disfrutar a la gente con lo mejor de su repertorio. Esperemos que las falencias se puedan mejoras y los pedidos sean escuchados para así tener más años de Vivo X el Rock.
Larga vida al rock.
Agradecimientos especiales a Raphael Pour-Hashemi por las fotos de The Strokes e Interpol. Pueden seguirlo como @raphph en Instagram.
Gracias a Aldair Mejía por las fotos de Slipknot, cobertura y escenarios alternos. Pueden seguirlo como @aldairmejialo en Instagram.