Crónica: Así se vivió la primera fecha de Vivo X el Rock 10

Si ingresar al recinto era ya difícil, trasladarse de un escenario a otro representaba una odisea. Había que transcurrir por en medio de miles de personas peligrosamente aglutinadas en el ancho de la Av. de la Peruanidad. Es por eso que a los típicos apretujones y roces incómodos de un concierto se les añadía los golpes y empujones. Luego estaba el problema del sonido. En más de una ocasión la falla en los sistemas de sonido obligó a las bandas a tardarse varios minutos para empezar sus respectivas presentaciones. Si hay algo de lo que realmente adoleció esta primera fecha de Vivo X el Rock 10 es de una pésima logística.

Las grandes héroes de la noche

Lo demás fue casi lo mismo de siempre. Los artistas, todos y cada uno de ellos, incluso aquellos que no fueron bien recibidos aquella vez cuando se presentó el line up, hicieron memorables apariciones sobre los múltiples escenarios. Ellos, sin duda, fueron los grandes héroes de la noche, y en todos los sentidos posibles: Salvaron a la muchedumbre asistente de pasar una noche atroz, y rescataron a Inmortal Producciones del que pudo ser el peor de sus eventos.

Rata Blanca, Cultura Profética y Kudai, todos ellos artistas latinos, cada uno de un estilo musical diferente (metal, reggae y pop rock, respectivamente), participó de una manera especial. Rata Blanca, una de las bandas foráneas con mayor cantidad de presencias en el cartel de Vivo X el Rock, lo hizo musicalizando las batallas campales de sus aguerridos fans que danzaban en el sagrado ritual del pogo. Cultura Profética, por otro lado, repartió sus mensajes de amor y solidaridad en las suaves y dóciles melodías de su reggae rústico.

Kudai fue el punto medio entre ambos. El ritmo de sus temas no era tan acelerado, ni tampoco tan pausado, pero se sirvió de la nostalgia para cautivar al público. Tomado de la mano de su amor juvenil a la salida de clases del colegio de secundaria, o chateando a través de Windows Live Messenger: todos los que rodeaban ese escenario se trasladaron a ese pasaje anterior de su vida, de uniformes escolares y cabellos largos despeinados.

Pero sin duda, lo mejor de la noche, la deliciosa cereza de un no tan apetecible pastel, fue la presentación de The Offspring. Los californianos desataron el descontrol en cada canción que interpretaban y lo hicieron especialmente al inicio de su show cuando, a manera de homenaje, tocaron ‘Demolición‘, el emblemático tema de la banda peruana Los Saicos. Qué sorpresa y cuánta emoción generó escuchar las primeras notas de la guitarra y el inconfundible «Tatatatatatata yayayayaya…».

Posteriormemte, los miembros de la banda -en una jugada muy populista y eficaz- decidieron vestir la camiseta de la selección peruana de fútbol. Primero lo hizo Noodles, el guitarrista de la banda, y luego lo imitó Dexter, el vocalista, quien dijo además que ahora esa sería «su nueva camiseta favorita». Y así dieron lo que les quedaba de concierto, vistiendo la preciada blanquirroja. Es curioso, porque fue por los amistosos de la selección peruana que el festival se tuvo que trasladar a tan inadecuado espacio.

Como menciones honrosas tenemos las particiones de los anfitriones, los dueños de casa, que a pesar de coincidir en horario con ciertas bandas internacionales, atrajeron a una gran cantidad de personas a sus pies para que puedan deleitarse. En este grupo tenemos a La Mente, Olaya Sound System, La Nueva Invasión y Cuchillazo. Todos desde la Concha Acústica fueron embajadores de esta escena musical contemporánea que ya hace mucho dejó de ser un promesa y se erige como una realidad.

Un saldo a pendiente a cubrir el siguiente sábado

Con esta décima edición, Vivo X el Rock demuestra que es el festival musical más grande de Lima; pero al mismo tiempo confirma que serlo les resulta una dificultad infranqueable. Edición tras edición el festival ha ido creciendo vertiginosamente, como también se han incrementado las dificultades de la productora y, con ellas, las críticas por parte de los asistentes. Parece haber llegado incluso a un punto en que los seguidores se han divorciado del festival, que las personas solo asisten al evento por los artistas y que ya no esperan nada de parte de los organizadores.

Para lo que respecta al siguiente sábado, la producción de Vivo X el Rock publicó el día de ayer un comunicado sobre las medidas que tomará para mejorar la experiencia del festival. Entre ellas está retroceder uno de los escenarios para así «crecer mas de 3 mil metros cuadrados y así poder tener más espacio para el desplazamiento del público», la optimización del sistema de sonido, la habilitación de una nueva forma de acceso a la Concha Acústica, y por último, la instalación de una pantalla gigante wide.

Tal parece que la productora no abandona la idea de hacer de la décima la mejor edición del festival. La duda ahora es ¿podrán estas medidas salvar a Vivo X el Rock 10?