The Adicts en Lima 2019: Porque el punk no muere y no siempre viste de negro

Aunque la imagen de portada sea a blanco y negro, nuestra capital vivió una explosión de pica pica y colores en un concierto único que solo una banda puede entregarnos.

La noche del 11 de marzo, Lima recibió por segunda vez a The Adicts, banda punk formada en Suffolk, Inglaterra (1975), en el CC Embassy del Centro de Lima gracias a Atlantis Prod. Una velada que, sin duda alguna, muchos fanáticos de esta escena recordarán por mucho tiempo.

Vamos por partes. Para la mala fortuna, el evento comenzó tarde y El Terrible y los Cenobitas tocaron casi una hora después de su horario pactado. En este punto, y a excepción de Aeropajitas, no conocía a los teloneros del evento. Sin embargo, El Terrible me dejó rápidamente una gran sensación.

La energía transmitida por el grupo se notaba desde la primera canción y la singular caracterización del cantante me auguraba una gran puesta escénica. No me equivoqué: encontré en él gran influencia de GG Allin, quien, a pesar de no ser la más bonita cara del punk, era de los más originales dentro de ella.

“El Terrible” en plena inyección.

El siguiente en tocar fue Dukeminds, un grupo de muchachos que a primera vista no reconocerías, pero cuya tocada estuvo llena del ímpetu y garra adolescente. No escuchaba una banda del género tan joven desde hace buen tiempo.

El grupo no dudó en dejar todo en el escenario a pesar de no tener el apoyo mayoritario del respetable.

Al rato, aparecería el buen Macha y Aeropajitas, agrupación de la que se ha hablado lo suficiente y cuyas reseñas están de más. Un concierto limpio y el público ya entraba en calor con los primeros pogos de la noche.

Luego de la presentación, todos obtuvimos nuestro pin de “Vizcarracorrupción”.

A las 11:00 de la noche empezaría el soundtrack de La Naranja Mecánica, película de culto que inspiró gran parte de la temática que alberga al grupo. The Adicts, liderado por Keith “Monkey” Warren, haría su aparición y los asistentes iniciarían la fiesta de, aproximadamente, una hora y 20 minutos.

¿Por qué una banda tan antigua mantiene una comunidad de fanáticos de todas las edades?  El punk, además de rebeldía y bulla, es hermandad. Es la unión de esas voces que quieren ser escuchadas y que se reúnen para olvidar todos los problemas por los que afrontan. Por eso no me sorprendió ver señoritas en solitario, jóvenes con sus mochilas y señores de más de 40 años abrazados alrededor del escenario.

Setlist:

  1. Let’s Go
  2. Joker In The Pack
  3. Horrorshow
  4. And It Was So
  5. Tango
  6. Easy Way Out
  7. Johnny Was a Soldier
  8. Numbers
  9. Troubadour
  10. I Am Yours
  11. Angel
  12. Daydreamers
  13. Fuck It Up
  14. Talking Shit
  15. You’re All Fools
  16. Just Like Me
  17. My Baby Got Run Over by a Steamroller
  18. Crazy
  19. Who Spilt My Beer?
  20. Chinese Takeaway
  21. Bad Boy
  22. Gimme Something to Do
  23. Viva la Revolution
  24. You’ll Never Walk Alone
  25. Symphony No. 9, Op. 125 (Ode to Joy)

Los mejores éxitos fueron tocados y no creo que algún asistente se haya arrepentido de noche tan intensa y variopinta. Porque no solo estuvo reunido el punk nihilista, el de las nuevas tendencias y el anarquista, sino también el que le sonríe a la vida, pero siente propio el sentir de esta comunidad. La lluvia de escarcha, pica pica, osos de peluche, los actos de magia y las pelotas playeras nos indican que, como se escucha en las líricas de You’ll Never Walk Alone, nunca caminarás solo en estos conciertos.

Monkey, humilde, terminó el concierto y bajó a tomarse fotos con los asistentes y coronó una gran noche. ¿Tendremos un tercer concierto? Solo el tiempo lo dirá. Por el momento, la atmósfera vivida y por la gran actuación del público, ya es uno de mis favoritos del año.