Cuando saltaban a los escenarios eran los rockeros más revolucionarios de su época, se alzaban como figuras etéreas e inalcanzables para miles de jóvenes en el mundo; pero cuando veían un partido de fútbol las cosas cambiaban: se transformaban en hinchas, en niños embelesados por la magia de un balón y unas patadas.
Así era la vida de los miembros de la legendaria banda Pink Floyd. Los cuatro músicos junto con sus managers y su demás personal formaron el Pink Floyd Football Club -o llamado por sus siglas PF FC-, y aprovechaban sus múltiples giras para poder encontrar equipos retadores en las distintas ciudades que visitaban. Incluso, muchos biógrafos de la banda afirman que llegaron a participar en una liga amateur.
”El bajista Roger Waters era un arquero valiente en las salidas pero no sin errores, el tecladista Richard Wright no era muy refinado pero fue un buen defensa derecho. Por el mismo lado en el medio campo se movían el batero Nick Mason, una aplanadora sin control y un poco mas adelante David Gilmur, que evidenciaba no tener el mismo manejo con la número 5 que con la Fender”, cuentan los testigos de la época.
Y no quedó ahí. Luego, ya casi al final de esta aventura alrededor del balón, ya al borde de colgar los chimpunes, la banda versionó uno de los temas ícono de la relación entre rock y fútbol. “You’ll Never Walk Alone” no es solamente una canción inspiradora para luchar contra la adversidad; sino es también el himno de uno de los equipos más trascendentales de la liga de Inglaterra. Cada vez que se juega un partido en el mítico estadio Anfield, los hinchas del Liverpool se encargan de entonar la letra de este tema para así inspirar a los jugadores de su equipo y, a la vez, amilanar a los del contrario.
Y muchos más…
Pero este no es el único caso de músicos que se les ha descubierto una faceta futbolera. Según cuentan, un tal Bob Marley organizaba pichangas con los periodistas asistentes a las ruedas de prensa que ofrecía. También, dicen que un tal Elton John perteneció en su infancia a las ligas menores del Watford, equipo del cual incluso fue nombrado presidente de honor. Y no solo eso, tal parece que dos sujetos que responderían a los nombres de Adrian Smith y Steve Harris, y que pertenecerían a una agrupación llamada Iron Maiden, eran tan fans del soccer que colocaron en la contraportada de uno de los álbumes de las banda la expresión “West Ham 7 – Arsenal 3” haciendo alusión a uno de los resultados históricos del clásico londinense.
¿Acaso eso es todo? Claro que no. Quedan muchos nombres más por mencionar. Rod Stewart, Liam y Noel Gallagher, Richard Ascroft, Brian May, Andrés Calamaro, etc.: todos tiene en común -además de ser grandes estrellas de la música- el ser hinchas acérrimos del deporte rey, del balompié.
Hinchas del rock
Y es que al final no hay mucha diferencias entre un rockero y un hincha: ambos visten de una manera particular, ambos cuando tienen al frente a ese grupo de personas que idolatran se deshacen de la emoción; ambos, rockero e hincha, han sido tratados -en palabras del gran García Márquez- como «energúmeno, limpio de cualquier barniz que pueda ser considerado como el último rastro de civilización»; ambos son sujetos de pasión que, no importa cómo, siempre querrán acompañar al grupo de sus amores.