Hace algunos días Carlos Vives lanzó el videoclip de su canción «Mañana» en el que el cantante colombiano se pasea por distintas zonas de Lima e interacciona con los habitantes de la capital peruana. Al difundirse muchos de los internautas locales mostraron su emoción y gratitud a Vives al creer que la ambientación en Lima había sido decisión suya.
Al poco tiempo se descubrió que no era así. El video en cuestión fue grabado como parte de un acuerdo que había pactado PromPerú con la compañía disquera Sony Music, en el que el segundo se comprometía a realizar dos videoclips de dos artistas de los que representa (un videoclip de cada uno) que fomenten el turismo en el Perú, así como otros productos audiovisuales complementarios.
En el acuerdo el monto que PromPerú se comprometía a entregar Sony Music era la suma de 1 000 000 (un millón) de dólares americanos, los cuales serían entregados por medio de varios pagos.
Es por ello que una vez hecho público este acuerdo y la cantidad de dinero que PromPerú invirtió en el proyecto, las quejas por medio de las redes sociales no se hicieron esperar. En resumen, los reclamos apuntaban al hecho de que se utilice dinero del Estado para causas de este tipo cuando existen muchos otros problemas más graves por atender, como la pobreza o la necesidad de reconstruir la zona norte del país víctima de desastres naturales.
Ante la lluvia de críticas, los cargos altos de PromPerú defendieron la inversión en el proyecto, argumentando que tan solo el videoclip «Mañana» de Carlos Vives, que significó la mitad de la inversión (500 000 dólares americanos), atraería 28 000 turistas y que generaría un ingreso al país de 16 millones de dólares; esto, claro, de llegar a las 350 millones de visualizaciones, el mínimo probable establecido.
- We The Lion es solo una de las tantas agrupaciones y artistas peruanas con fans en distintos países que ya superan la barrera del millon de visitas en Youtube (Rapper School ha superado los 35 millones).
Inversión en artistas locales
Lo cierto es que la inversión no es exagerada. Ya en otras ocasiones esta institución encargada de la promoción de la exportación y el turismo ha invertido antes mucho más dinero en sus campañas publicitarias y de marketing. El punto donde realmente flaquea el Estado es en la inversión en artistas nacionales contemporáneos.
La duda entonces sería, ¿y esto cómo puede ayudar? Pues está más que demostrado con ejemplos.
‘Despacito‘ fue unos de los temas que más ha pegado en los últimos tiempos, y no solo eso. A pesar de ser escrita en español el tema de Luis Fonsi en colaboración con Daddy Yankee supo atraer visitantes de todo el mundo a la isla caribeña. Según el portal Infobae, el turismo en Puerto Rico aumentó en un 45% como resultado de la mega fama y difusión de la canción.
¿Cuánto le costó esto al gobierno de Puerto Rico? Absolutamente nada. Tanto Fonsi como Daddy Yankee son oriundos de ahí y no cobraron ni un centavo.
Si bien el tema musical del que se habla pertenece al reggaeton, uno de los géneros con mayor éxito en la actualidad, cabe reconocer el impacto positivo que generan los artistas en el turismo de su país de procedencia. Es el caso también de artistas como Shakira o Bomba Estéreo, que tan solo haciendo los videoclips en sus lugares de origen (en este caso ambos de Colombia) atraen a más visitantes.
¿Quiénes podrían asumir dicha función acá? En el Perú, una gran cantidad de artistas locales han logrado superar ya las fronteras y gracias a su propio trabajo lograron llegar a personas en distintos países. Solo por mencionar algunos están Tourista, We The Lion, Los Outsaiders, Gala Brie, Kanaku Y El Tigre, Alejandro y María Laura, Cumbia All Star, Rapper School, y así muchos más. Ellos quizá no tengan el alcance y fama de Carlos Vives o Fonsi, pero tampoco requieren una inversión tan grande como ellos.
Chile nos lleva ventaja
Un país que ha comprendido lo valioso de esta posibilidad es Chile, donde desde hace algún tiempo se invierte en la realización de productos musicales audiovisuales que sirva de vitrina para sus paisajes y cultura. Ese es el caso de Arranquemos del Invierno, proyecto solista de Pablo Álvarez, ex-vocalista de Niño Cohete, que explora en sus videoclips las zonas más entrañables del país sureño.
«En cada una, inmerso en su naturaleza, se registrará parte del disco, capturando así no solo la música, sino que además un momento en un lugar de nuestro territorio. De esta forma, Pablo se embarca en un viaje a lo largo del país, como una forma de descentralizar el trabajo musical, ejercicio que le permitirá plasmar en la obra, paisajes, personas, climas, historias y leyendas», así explica el Ministerio de las Culturas, el Arte y el Patrimonio el proyecto que cuenta con el apoyo del Fondo de Fomento de la Música Nacional.
Convertir a Perú en un destino musical
Por otro lado, otra iniciativa que podría hacerse en paralelo a la inversión en artistas y que, de hecho, potenciaría los esfuerzos que se realicen en ese rubro, es el trabajo de convertir a Lima en una capital musical.
Somos conscientes de la gran cantidad de ofertas musicales que existen en el país. Estas abarcan desde la música nativa prehispánica hasta los géneros fusionados de nuestros días, desde los valses criollos hasta los temas de colectivos de rap, desde la cumbia hasta el single más experimental de electrónica. No cabe duda de que en el país existen los insumos necesarios para poder desarrollar la música como industria cultural.
¿Qué puede hacer el estado para desarrollar esta alternativa? Pues se requiere acción desde mucho frentes. Por un lado hacen faltas infraestructuras (arenas para conciertos, sedes para escuelas de música, de gestión cultural, de producción, de técnicos musicales), también se precisa de iniciativas gubernamentales para difundir las nuevas propuestas musicales, no solamente concursos, sino también festivales gratuitos que den la oportunidad al ciudadano común de conocer los nuevos trabajos de sus compatriotas.
Y como no, de una revolución cultural. Lo cual no significa luchar contra alguien en particular, sino contra algo, nos referimos en este caso al conformismo. Debemos luchar contra la idea retrógrada de que lo foráneo es por definición mejor a lo que se realiza acá. Tampoco hay que caer en el chauvinismo. Con los pies en la tierra se debe trabajar por mejorar lo que haya que mejorar y promocionar lo que pase un nivel adecuado de calidad.
- El festival Selvámonos atrae cada año a turistas nacionales y extranjeros hacia Oxapampa.
No hay pierde
Todo lo mencionado de ser aplicado desembocará naturalmente en dos cosas: la mejora de la vida cultural de la ciudad y el aumento del interés de personas extrajeras en visitar el país. Esto sin mencionar los ingresos que se podrían generar por impuestos las industrias culturales.
Así la próxima vez que haga falta promocionar al Perú, no hará falta recurrir -o mejor dicho, no dependeremos- de artistas extranjeros, porque tendremos buenas opciones entre nosotros que puedan cumplir dicha tarea.