Crónica: Marky Ramone en Lima

[Fotos por Nardos Producciones]

Ver a Marky Ramone detrás del legendario set de batería más famoso del punk internacional es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida. Quizás ya no estén los 4 de Queens, pero su legado está presente con Marky, que con 40 años de carrera sigue tocando un setlist que cualquier fanático de Ramones amaría y con una alineación que mantiene la frescura y la esencia de la banda original.

Conversamos con Marky un día antes del concierto y ya nos mostraba gran expectativa con el público peruano y la tierra que ya lo había visto en una oportunidad con Misfitis por los años 2003. Latinoamérica siempre ha sido el lugar favorito de ellos, ya que el público siempre mantuvo una conexión única con su música y Perú no sería la excepción. Su rostro mostraba cansancio, pero se mostraba amables con todos los periodistas y nunca dejó pregunta sin responder.

Ya en el CC. Festiva, esperábamos con ansias el inicio del show. Inyectores abrió la noche un tanto fría. Sus temas clásicos eran coreados por los fanáticos, pero aún no despejaban a las personas de sus cervezas. El grupo presentaría una nueva canción de su nueva producción «Tandem» junto a la banda ecuatoriana 69 segundos. El público entraba en calor.

Llegada las 10 de la noche, entre coros de «¡Yuca, yuca!»,  Blitzkrieg (nombre original de la banda liderada por Marky) entraría en acción.  Con Vasco Pela de voz, 45 canciones fueron tocadas al más innato estilo ramonero: de corrido, sin parar y con el clásico «1, 2, 3, 4».

Joey Ramone siempre mencionó, sarcásticamente, que muchas de sus canciones hablaban del cerebro porque «pedían ayuda a gritos». Y muchas de estas canciones fueron las más coreadas en la noche del Festiva: «Teenage lobotomy”, “Psycho therapy”, “I wanna be sedated, etc.

Puntos claves: R.A.M.O.N.E.S. y Blitzkrieg Bop. El primero, himno que inmortaliza a todos los miembros de la banda. Tommy, Joey, Johnny, Dee Dee, Marky, C.J. y Richie. Sin embargo, es algo anecdótico tocarlo para Marky. Él siempre ha considerado que C. J. y Richie han sido «mercenarios» dentro de la agrupación. No son verdaderos Ramones para él. Y el segundo, uno de los máximos himnos de la historia del rock. Niños, jóvenes y señores (muchos señores en el concierto) se pusieron a saltar y a poguear homenajeando 40 años de la revolución musical: el punk.

El público respondió de manera perfecta a la velada. Marky agradeció en cada encore a cada una de las almas en el Festiva. Se le nota en su expresión, en cada palabra exclamada el amor hacia el punk que lo mantiene en los escenarios. Él no cree que el punk haya muerto, solo está en una etapa de reconstrucción.

Mención aparte merece Red Fang. A pesar de que muchos de los presentes en el concierto ya se habían retirado del concierto tras Marky, aún cientos esperaban con ansias al grupo liderado por Aron Beam, quienes lo dieron todo en el escenario. Ni el descuido del staff del concierto para la prueba de sonido al momento de su presentación malogró la buena onda y fuerza del grupo. Debemos ser claros en algo, muchas de las personas que llegaron a este punto estaban escuchando por primera vez a Red Fang y quedaron maravillados con ellos.

Una buena noche y un buen recuerdo. Esperemos que Marky se anime próximamente a su casa: Latinoamérica.