«En el faro de tu amor, en el regazo de tu piel, me dejo llevar al sol»
Tan solo unos meses atrás se había presentado en medio de un festival masivo de nuestra ciudad. Ahora se les veía mucho más cómodos, sin una restricción de tiempo, que les dejaba ser ellos mismos en el escenario, libres a sus caprichos y a sus recursos de interpretación.
We The Lion fue el primero en servir de preámbulo a los mexicanos. Llenos de entusiasmo y energía con sus alegres melodías acústicas hicieron entrar en calor a la multitud a ras del piso. Luego entró el trío de Tourista y con una selección precisa de canciones terminaron la tarea encomendada: estaban ya todos listos para Zoé.
En total fueron veintiún canciones las que los mexicanos interpretaron. Algunas provenientes de su flamante disco Aztlán, su sexta producción de estudio, y otras parte de su clásico repertorio como ‘Arrullo de Estrellas’, ‘Vía Láctea’, ‘Labios Rotos’ y ‘No me Destruyas’. A lo largo de su presentación
Y hay un par de temas con menciones honrosas. En un momento del recital, cuando el final de la noche asomaba, León le propuso al público cantar todos juntos al unísono Paula y así lo hicieron. Por unos cinco minutos, en la Costa Verde sonaban solamente las voces de miles de personas, el mar y los vehículos ocasionales que pasaban por ahí.
Con Soñé fue distinto en su forma pero igual de especial en el fondo. León, como vocalista -y vocero- de la banda, recordó en un coro discurso frente a los aficionados, cuando hace varios años había visitado Perú por vez primera; cuando, más joven, se presentó en una discoteca en Lince; cuando «nadie daba un centavo por Zoé», remarcó y agradeció a ese tema por haberles dado la trascendencia que ahora gozaban. Y luego la cantó.
León parecía inspirado esa noche, decidido a hacer una de sus mejores performances de su carrera. Siempre con buen humor, dispuesto a compartir sus pensamientos y sentimientos, a mostrarse tal cual. Se acercaba a menudo al público a darles la mano con afecto, para que perciban su mortalidad, su lado humano.
Parecía dopado porque hablaba lento y cuando intentaba dar a conocer sobre sus ideas («Hay que mirar o interno y no tanto lo externo») no se expresaba muy bien. Parecía bajo los efectos de su música, de la psicodelia de las luces, de los riffs de guitarra y de la melodía de su propia voz. León, frente a miles de limeños, se quitó la careta de súper estrella que se suele poner y mostró la versión más sincera de sí mismo.
La del miércoles fue una velada única con Zoé, la que es para muchos la más grande y trascendente banda mexicana de este siglo. Esperamos que no tengan que pasar otros nueve años para que vuelvan.
«Es que no hay nadie como tú que me haga sentir así,
en un arrullo de estrellas»
Estos fueron los temas que toco Zoé:
- Venus
- Azul
- No hay mal que dure
- Últimos días
- Nada
- Al final
- Arrullo de estrellas
- 10 A.M
- Poli
- Fin de semana
- Renacer
- Vía láctea
- Miel
- Labios rotos
- Hielo
- Reptilectric
- Oropel
- Luna
- No me destruyas
- Soñé
- Love