Tras un descanso post San Valentín y con la reciente entrega de los premios Grammy, retomamos el hábito de escribir y, por qué no decirlo, recomendar a un artista nuevo gracias a la interesante propuesta musical que ofrece hacia cada uno de nosotros. Como lo mencione, el lunes último se desarrolló la 58° edición de los premios Grammy, en donde abundaron los tributos musicales a artistas que dejaron un gran vacío en nuestros corazones como Lemmy Kilmister (vocalista de Motörhead), Glenn Frey (integrante de The Eagles), el legendario guitarrista B.B. King y al camaleónico David Bowie. Más allá de estos actos, es importante destacar a la banda ganadora de la categoría rock de este año y que merece mucha atención, ya que no cualquiera gana de la noche a la mañana un premio tan importante como el conocido “gramófono dorado”. Con uds.: ALABAMA SHAKES.
Caracterizados por emplear el blues-rock sureño con toques de soul, la banda liderada por Brittany Howard tiene cierta experiencia en la escena musical tras el estreno de su primera y aclamada producción de nombre “Boys and Girls”, la cual les valió la oportunidad de participar como teloneros en la gira de Jack White (ex The White Stripes y fundador The Raconteurs y The Dead Weather). Es bien sabido que en el medio de la música existe algo llamado “la maldición del segundo disco”; siendo aquella situación en la que una banda, luego de entregarnos un debut excepcional, tiende a bien sacar una segunda producción para reafirmarse como un buen grupo o sino ser un éxito pasajero, sin embargo Alabama Shakes tuvo buena suerte y se consagró con un disco más que delicioso para el 2015 teniendo por nombre: “Sound and Color”.
Lanzado el 21 de abril del año pasado bajo el sello discográfico de ATO / Rough Trade y con una duración de 47 minutos que combina una serie de texturas y colores sonoros que nos empapan de roots rock, rock sureño, soul y hasta pasajes funk, esta producción muestra a la banda mucho más compacta, permaneciendo en su zona de confort y que ha intentado que cada canción aporte algo nuevo que va desde momentos oscuros hasta episodios más emotivos y otros más bailables.
Para empezar el recorrido hace su ingreso “Sound & Color“, primer track homónimo del álbum y de inicio más que relajante. Con una instrumentación minimalista e hipnótica, se aleja de lo que el soul y el blues deberían ser según la vieja escuela. Sin duda contiene una emoción misteriosa, erótica y sensorial la cual se explaya en cada segundo.
Luego del trance, comienza lo bueno con “Don’t Wanna Fight”, primer single promocional del álbum y que arranca con una atractiva línea de guitarra, seguidas por el bajo y la batería en una consagrada composición. Es aquí donde Brittany rompe el tema con un desgarrador gemido de esos que ponen los pelos de punta trasmitiendo aquella delicia de escuchar el sexy rock and roll, siendo las versiones en vivo las más recomendadas a escuchar.
En seguida, el uso de guitarras acústicas y las cuerdas reverberantes se lucen en “Dunes”, la cual mantiene el ritmo y elegancia que su antecesora pero con un ritmo más pausado. Es aquí donde Brittany sigue cantando de manera fenomenal pero ya no como el centro de atención, sino como un complemento a la instrumentación sincronizada.
“Future People” trasmite un matiz de sonidos fascinantes al emplear el funk adornado con diversos recursos electrónicos y riffs de guitarra que acompañan otra espectacular interpretación de la vocalista. Vale destacar el protagonismo de Heath Fogg en la guitarra ya que sus riffs hacen que lleven la dirección del tema durante sus 3 minutos de duración.
Para mejorar el ambiente ingresa “Gimme All Your Love”, uno de los temas con mayor carga del rock desgarrador que andabas buscando y que vacila en la lucha entre la rabia y lo apacible. Esa dualidad aparecerá en la combinación de guitarrazos sucedidos por suaves arpegios y la alternancia entre gritos y susurros. Una pieza para lanzársela a la cara a quienes niegan que pueda hacerse buena música en este siglo.
A mitad del álbum suena la apacible “This Feeling”, un reposado tema en el que la banda aplica el soul empleado por un gran representante de este género como es el maestro Benny Harper. Sin duda, una canción con poca instrumentación pero con mucho corazón, ideal para respirar profundo y recostarte mirando al cielo.
Continuando el recorrido, “Guess Who” es uno de los temas más atractivos debido a que elementos Lo-fi que dan la sensación de encontrarnos ante un Alabama Shake más psicodélico. En esta pieza, Britanny tiene un falsete muy agradable y en el que su voz cae en la ambigüedad de ser extraña y fascinante.
Tras un par de temas de descanso, el ritmo cambia en un dos por tres con “The Greatest”, en donde la banda coquetea con el género garaje, al punto de mostrar una actitud desenfadada y gamberra propia de los grandes himnos de este estilo. En definitiva es la canción más “rockera” del disco, en donde mover los pies es un acto obligado, incluso desde su comienzo.
El track 9 lleva por nombre “Shoegaze”, el cual es una composición ejemplar y clara del rock sureño con el cual se hicieron conocidos y que bien podría haber pertenecido a su afamado debut. Si nunca escuchaste a Alabama Shakes, este tema es un referente obligado a escuchar para entender la energía que trasmite en cada riff y voz desgarrante de Howard.
Otro momento de tranquilidad se asoma con “Miss You”, en donde el soul más clásico invade nuestros oídos con una Brittany que juega con las intensidades, constantes subidas y bajadas. El conjunto demuestra que si se lo propusiera sería una excelente banda de soul clásico, pero prefieren experimentar y buscar nuevos sonidos. Cabe destacar, el espíritu de Janis Joplin plasmado en este tema para quienes son nostálgicos de los 80’s.
“Gemini” es uno de los temas más largos del álbum, trasmitiendo en sus seis minutos y medio una serie de emociones que la catalogan como la canción sensual del disco, eso por su puro sabor a soul y un feeling que llega a estremecerte. Es una pieza donde todo está en su sitio, en especial las incursiones tan pastosas de la guitarra.
Llegando a los últimos minutos, “Over My Head” es la responsable de cerrar este segundo esfuerzo de Alabama Shakes, en donde los primeros acordes de Rhodes nos anuncian que el disco está por terminar en una balada que se aleja un poco del resto del disco pero que funciona bien para cerrar de manera elegante esta travesía musical.
Tras escuchar y desempolvar este disco del año pasado, cosa que no es usual escribir en esta sección de reseñas sobre artistas y discos actuales, es interesante interpretar su portada oscura, con ondas vibrantes guitarras que han de formar las palabras “Sound & Color”, debido a que el color negro trasmite intensidad debido al soul negro y rockero influyente en esta producción, complementado con guitarras y teclados abrasados bajo el sol sureño y la voz de su líder Brittany Howard que es capaz de imprimirle a cualquier tema el ritmo que ella quiera, con voz, guitarra y presencia, siendo considerada por muchos como la nueva Janis Joplin del nuevo milenio.
Todos estos ingredientes fueron reconocidos en las categorías de Mejor álbum de música alternativa por “Sound & Color”, al igual que Mejor performance Rock y Mejor Canción Rock por “Don’t Wanna Fight” en la entrega de los premios Grammy y que hoy merece un reconocimiento mediante palabras y recomendar a la gente a darse un gusto en escuchar a un grupo lleno de sonido y color envolvente.