Quienes son amantes de las películas clásicas de los 90’s y que trataban temas de ficción sobre el futuro, recordarán con facilidad la película “Terminator”, protagonizada por Arnold Schwarzenegger, quien viajaba del futuro hacia el pasado para cumplir con su misión de asesinar a Sarah Connor. En aquellos tiempos nuestra imaginación volaba al idearnos cómo sería nuestro mundo dentro de 50 años o, cuanto cambiaríamos respecto a nuestros estilos de vida, tecnologías, etc. La música no ha sido ajena a esta evolución, mejorando en sus sonidos, manteniendo sus orígenes y reinventándose en nuevas tendencias que son bien recibidas por la audiencia. Es así que el rock está en constante mira hacia el futuro, y prueba de ello es el grupo de quien escribo en esta ocasión: METRIC.
Bajo el liderazgo de Emily Haines y conformada James Shaw, Joshua Winstead y Joules Scott-Key, esta banda originaria de Canadá se ha convertido, a lo largo de sus 12 años de carrera, en una de las más conocidas y aclamadas de la escena independiente, explorando los géneros del “New Wave”, “Synthpop” o “Indie Rock”, destacando la combinación de sintetizadores con la voz particular de su vocalista.
Manteniendo su evolución en la escena musical, en este año han lanzado su sexto álbum de estudio denominado “Pagans In Vegas”, compuesto por 13 canciones y lanzado al mercado el 18 de septiembre. “Es un regalo, una carga, una cápsula del tiempo, un escape, una alarma, una pregunta y una llamada telefónica sin respuesta, por ello los invito a acompañarnos en un viaje hacia atrás, hacia el futuro de la música”, son las palabras de Emily, con las que describe su sentir por este álbum y por el cual podemos acceder mediante la línea gratuita 1-844-66METRIC, con la cual promocionaron su lanzamiento a modo de mofa de los comerciales de ventas telefónicas que te piden que llames durante la promoción.
Este viaje comienza con “Lie, Lie, Lie”, influenciado por sonidos de blues y apoyado por teclados y pedales electrónicos que identifican el ritmo con el que Metric se ha caracterizado. También se emplea una buena química entre la guitarra acústica y la voz con eco de Haines, y en donde la guitarra eléctrica es la encargada de orquestar esta canción.
Tras una canción que habla de mentiras, llega “Fortunes” el cual se maneja bajo constantes toques de teclados. Cuenta con un sonido que impera, por partes, a lo largo de la canción, ambientando un matiz oscuro que desaparece ante el coro aterciopelado y suave de la voz, los coros y la guitarra.
El ritmo cambia al sonar “The Shade” (primer sencillo promocional, lanzado el 11 de mayo), en donde el pop rock se hace notar con gran claridad, dependiendo solamente de la armonía evocada por los teclados y que pone en segundo plano a la guitarra. Seguidamente, “Celebrate” nos muestra mayores toques electrónicos que llegan al punto de añorar los años dorados de la edad electrónica de principios del 2000. Es aquí en donde la voz de la vocalista es adornada por elementos electrónicos que encajan muy bien.
La canción que puede resumir el estilo al cual abarca este álbum seria “Cascades” y que es la más diferente a todo lo que hicieron hasta ahora, combinando sintetizadores y vocoder que hipnotiza a cualquiera desde la primera vez que se escucha en un manto electrónico.
El sexto track llega a cargo de “For Kicks”, en donde continua la versión electrónica que da sustento al album, solo que aquí se usa mínimamente la guitarra para señalar versos y pre-coros que hablan sobre las consecuencias de nuestras acciones, es decir como una canción de mea culpa, pero solo para bailar. Siguiendo, “Too Bad, So Sad” es de las canciones que harán que tus hombros y cabeza quieran moverse ligeramente para seguir el ruido de sus guitarras e infaltables sintetizadores, las cuales logran un mejor ritmo, siendo comparada como la segunda parte de “The Shade“
“Other Side” es el primer tema de la banda en la que no se escucha la voz de Emily sino hasta los coros. Es decir, podemos ver una cara de Metric baja la batuta de un vocal masculino como es James Shaw, el guitarrista del grupo. “Blind Valentine” y “The Governess”, son las canciones más austeras del disco, en el sentido de que no recurrieron a la electrónica para enriquecer su ritmo y buenas letras, equilibrando los sonidos del disco en una especie de pausa para retomar con fuerza el viaje al cual fuimos invitados.
Finalmente, el viaje llega a concluir con las canciones puramente electrónicas de “The Face pt 1.” y “The Face pt 2”, reflejando los sonidos futuristas hechos a base de sintetizadores y la batería por la que Metric trabajo para el complacer de nuestro oídos.
Con todo ello, Metric ha traído un álbum que muestra un lado muy diferente a sus producciones anteriores, en las que incluso tuvieron el honor de cantar a dueto con el fallecido Lou Reed. “Pagans In Vegas” es un atractivo nombre que muestra que la banda al ser tildada de “pagana” explora los sonidos del futuro (raros para algunos) y bajo la influencia de otras bandas que pasaron por ello como Depeche Mode, The Cure, Joy Division, New Order y Kraftwerk. Es así que la profecía se va cumpliendo, el futuro es ahora, vive entre nosotros y es denominado como el rock futurista.