Empezamos el año 2016 denominado como el “año de la consolidación del Mar de Grau”, con la gran expectativa de grandes y caros conciertos que pondrán la agenda de primera en nuestro país. Artistas de diversas generaciones como los legendarios Rolling Stones o grupos de la escena indie como Motorama y Tame Impala, entre otros, convertirán a Lima en una ciudad musical al fin bendecida por los dioses, los cuales nos han traído desgracias como el fenómeno del niño o las apocalípticas elecciones presidenciales. Entre este variado menú de celebridades figura una banda británica, que con su aclamado debut en el año 2000 llamó la atención inmediata de los medios especializados y logró consagrarse en la escena internacional, aunque posterior a ello realizaron algunas producciones que opacaron su logro. Este año llegan a Perú para reconquistar a quienes perdieron la fé en ellos y para revitalizar a quienes siempre mantenían el recuerdo por sus temas. Señores con uds. : COLDPLAY.
Bajo el liderazgo de Chris Martin y los buenos acompañamientos de Guy Berryman en el bajo, Will Champion en la batería y Jonny Buckland en la guitarra, Coldplay es responsable de algunas de las canciones más memorables de los últimos 15 años como la popular “Yellow”, la hipnotizante “Clocks” y la melancolía trasmitida en “The Scientist”. Tras el deprimente “Ghost Stories” que ilustró en nueve pistas el divorcio de Martin con Gwyneth Paltrow, la banda decidió retomar el sentido de su existir en la música y tratar de recuperar su ventaja creativa, dando como fruto un estruendo de colores hecha música titulado “A Head Full of Dreams”.
Lanzado el 4 de diciembre a través de Parlophone y Atlantic Records, producido por Rik Simpson y Stargate, esta nueva producción es una colección de 11 canciones bastante coloridas y bien trabajadas que nos llevan a dar un paseo por nuevas dimensiones y catalogarlo como el disco más pop de la carrera musical de Chris Martin y compañeros, siendo previsible tras echar un vistazo a la portada del mismo.
Con un título homónimo, “A Head Full Of Dreams” es el tema que abre el disco con un sonido de suspenso que va agarrando fuerza y ritmos dance hasta explotar con las primeras entonaciones de Martin, imperando un ritmo movido y el riff de guitarra de Buckland que da frescura a la melodía, sin olvidar los gritos prolongados de Chris que dejarán a más de uno sin aliento.
En seguida suena una verdadera fiesta sonora con “Birds”, segundo sencillo promocional del disco la cual se caracteriza por lo armoniosa y sencilla. Es aquí donde nuevamente Buckland se luce con un riff armonioso y que con el canto de Martin mantiene el mismo ritmo, dando pequeños saltos entre estrofas, pero cuando llega la parte final es ahí cuando la canción toma una fuerza hasta cierto punto en donde en una última palabra se da por concluida repentinamente.
Para el tercer track, Coldplay anuncia con unos sonidos de aves a su primer artista invitada: Beyoncé y la colorida “Hymn for the Weekend”, la cual destaca no solo por el piano característico de la banda, sino también la voz sensual y sofisticada de la invitada con un pop suave más no empalagoso. Muchos consideran al tema como un pop eufórico que recuerda a la otrora colaboración que tuvieron en el 2011 con Rihanna para el tema “Princess of China”, aunque para quienes hemos escuchado a la ex Destiny’s Child, se pudo trabajar mejor su voz y escuchar sus impecables tonos altos y la emoción que pone a sus interpretaciones, a comparación de este tema en el que solo queda como una voz de fondo. Sin embargo, el tema es uno de los más resaltantes en esta producción para muchos de los fanáticos y voceada como el tercer sencillo promocional del mismo.
Seguidamente, “Everglow” es el vivo testigo del talento que posee Chris Martin en las vocales de las baladas, las mismas que nos transportan a sensaciones y emociones que van y vienen como olas de mar. Y es que, en definitiva, resulto muy melancólica y sentimental por el hecho de contar con la colaboración de su ex exposa Gwyneth Paltrow y culpable del poco aclamado “Ghost Stories”, en donde el viejo amor se convierte en afecto.
A mitad del álbum el dinamismo y la euforia invade cada espacio de nuestros oídos con “Adventure of a Lifetime”, el primer sencillo promocional que se encaja en la mente esparciendo color, alegría, baile, etc. Es aquí donde el riff que hace Buckland es increíble, al punto que muchos lo asemejan al estilo de Nile Rodgers, sin dejar de lado el ritmo con el que entona Chris al empezar a cantar, lo cual te hace sentir alegre y con ánimos de corear a viva voz con aquellas voces “angelicales” de sus hijos que se escuchan en el fondo.
El track 6 llega con “Fun”, en donde se cuenta con la colaboración de la cantante sueca Tove Lo como segunda artista invitada. Esta balada comienza con una atmósfera minimalista que, con el correr de los segundos, consigue abrirse enfáticamente hasta llegar al dúo que trasmite emoción e intensidad poco común en las baladas que, por lo general, son lentas, siendo una canción dedicada a la serenidad de aceptar el tiempo que pasa.
“Kaleidoscope” es de los temas o antesala musical que puede sacar de curso a quienes seguían la línea de lo rítmico y sereno de las baladas escuchadas hasta este punto del álbum, y es que se escucha un fragmento del poema “Guest House” del teólogo Mewlana Jalaluddin Rumi, que nos habla acerca del cuerpo humano y cómo a través de él podemos experimentar diferentes sensaciones que van desde la alegría, la depresión y hasta la mezquindad. Quizás es el intermedio musical más reflexivo que haya escuchado en algún disco hasta el día de hoy.
Tras aquella reflexión, suena una fusión de temas llamados “Army of One” y “X Marks the Spot” (track oculto del álbum), que trasmite un sonido religioso cual domingo de misa, en donde la potencia y los altos son inspiradores. Es conclusión, una sencilla canción de amor con un crescendo de coros hasta el momento de sonar el track oculto que muestra una letra entre serena y “experimental” acompañado por simples beats electrónicos en los que Martin intenta rapear y dar fluidez a varias estrofas.
“Amazing Day” fue literalmente uno de los temas que asombro a quienes la escucharon en algunas presentaciones en vivo de la banda y que al ser grabada en estudio no fue la excepción. Es aquí donde se siente cierta pasión en toda la canción, tan relajante pero al mismo tiempo explosivo por el riff sublime y el bajo hipnotizante. Como cereza del pastel, Chris se luce en cada parte de la canción, sobre todo cuando termina con los gritos prolongados.
https://www.youtube.com/watch?v=u_dUWFw2hDQ
Llegando al final, nos recibe otra intro de nombre “Colour Spectrum” que se asemeja al arranque de “Hymn for the Weekend”, los coros contagiosos de “Adventure of a Lifetime” y parte del estribillo de “Fun” para dar pase al tema final que dará por broche de oro el cierre de este viaje multicolor.
El ultimo track llega con “Up&Up”, el cual congrega entre las voces invitadas a Beyoncé, Merry Clayton, Annabelle Wallis (nueva novia de Chris Martin), Brian Eno y la guitarra de Noel Gallagher, siendo una canción asombrosa, en donde el estribillo es esperanzador y que muchos han resaltado en las interpretaciones hechas en vivo, trasmitiendo aquella emoción que cada voz o instrumento desea impregnar en cada oyente.
Adicional a ello, quienes consigan la edición japonesa o deluxe podrán escuchar un track extra de nombre “Miracles”, el cual ya fue lanzado anteriormente para la película “Unbroken”, siendo un tema sencillo, pero lleno de energía como cual regalo extra que encaja perfecto en el álbum, no solo por el título, sino por lo motivadora que resulta.
Si bien es cierto, Coldplay tuvo un prometedor comienzo y lanzó grandes éxitos que hoy en día son escuchados con gran nostalgia, sin embargo como en toda banda siempre existen situaciones personales en sus integrantes, como el divorcio de Martin, que influyen drásticamente en la inspiración y el camino de un artista por el hacer bien su música. Muy aparte, “A Head Full of Dreams” es el intento o arrepentimiento de una banda que se dio cuenta del camino erróneo que seguía, tratando de colorear aquella sombría etapa con una música multicolor que a muchos puede sacar una sonrisa por tan variopintos sonidos, mientras que a otros seguirá manteniendo el rencor de haber matado la ilusión de aquella banda del 2000 que trajo la novedad del rock al nuevo milenio. Sea cual sea la situación, no está demás apreciar el espectáculo que brindarán este 6 de marzo en el Estadio Nacional. La decisión es suya.