Lucia Tacchetti y la inagotable tarea de hacer e innovar (incluso desde el encierro)

El pop llegó desde Buenos Aires. Hace unos días tuvimos la grata oportunidad de conversar con Lucia Tacchetti, la artista argentina que lleva consigo una fuerte vibra electropop. Sin dudarlo, su música ha venido evolucionando de una manera más que interesante y llamativa en la escena Latinoamericana. Algo que dejará más que claro en su próximo álbum, del cual nos contó un poco. Por ahora, tenemos pequeños vistazos de su obra con canciones como ‘Laberinto’ o ‘1K Agujas’.

Hablar de la coyuntura actual era inevitable. Si bien han sido tiempos complicados, muchos artistas tratan de darle vuelta a la situación y embarcarse a un lado mucho más creativo y lleno de experimentación. Lucia no es la excepción. A medida que va revelando nuevos sencillos, demuestra, no solo la importancia de explorar la música en sí, sino, de mantenerse siempre en actividad. Este y otros temas llevaron a una agradable y tendida entrevista en la que exploramos las perspectivas que lleva consigo, las cuales le han permitido desarrollarse, cada vez, con mayor libertad.

¿Cómo estás llevando el tiempo de cuarentena respecto al lado creativo?

Bastante mejor de lo que quizás pensaba al principio. Los primeros días no podía hacer nada; ni componer ni crear nada. Era una situación bastante rara, como para todos. Pero después, cuando ya pasó el tiempo, empecé de nuevo a conectar con todo este lado más de creación y de seguir activos. Al principio, la sensación fue más de quizás miedo; después nos dimos cuenta de que esto iba para súper largo.

Entonces, si te quedás mucho tiempo detenido, iba a ser muy difícil después retomar toda la energía. Así que, sí, tal vez al principio un poco más tranquilo y después super activa.

Y ese es detalle también, ¿no? Tú siempre comentas que la iniciativa de un emprendedor en la música recae en siempre estar ahí. Concretamente en tu caso, al igual que muchos, te has tenido que reinventar en ese aspecto.

Sí. Es algo que aprendí también con el tiempo. La perseverancia y el seguir activo y el no detenerte, quizás, hace mucho a la diferencia. Sobre todo, a nivel personal, la lucha con uno mismo. Cada vez te volvés más creativo y empieza a mejorar tu trabajo. No tanto para el de afuera, sino que empezás a mejorar cada día y a mejorar las canciones, tu audio, etcétera. Siempre que le dediques mejor tiempo, van a salir mejores cosas. También hay que saber parar a veces. Si estás siempre tratando de dejar las cosas perfectas, no sale nada. Entonces, es como equilibrarte un poco.

Y, aun así, ¿sientes que [todo] esto es parte de un descanso?

La verdad que sí. Me parece que, para seguir al segundo escalón, tenés que soltar el primero porque, si no, te quedarás por siempre en todo lo que debiste haber mejorado, las cosas que no te gustan de tu carrera previa o los años anteriores. Creo que sí es importante largar las cosas. Y, con base en eso, ir mejorando y también viendo la respuesta del público. Por ahí hay cosas que a uno le parece, que le falta tiempo, que no están suficientemente bien, y después te das cuenta de que la gente lo recibe super bien. Entonces, es eso, equilibrar y buscar el punto justo.

Te comento esto porque acabas de sacar tu nueva canción ‘1K Agujas’. Haciendo una comparación con el disco anterior, y el que está por venir, [claramente] hay una evolución. ¿Cómo la has desarrollado en ese aspecto?

Sí, yo lo siento bien distinto. Lo que me pasa con todo lo nuevo que estamos lanzando ahora –y que ya falta muy poquito para el disco completo– lo que se escucha, a mi parecer, es eso: una madurez mayor de por ahí la elección de las cosas o de las letras. A mí me tiene super emocionada porque en VOL.3D (su disco anterior) hubo un quiebre, pero ahora siento que ahora [el álbum] está más maduro y sólido. Sé mejor a dónde vamos y me siento mucho más libre para componer y jugar con distintos estilos. No estoy pensando tanto en… bueno, antes estaba [iba] direccionada a hacer música bailable porque quería tocar en lugares con la gente parada y empezar a tocar en festivales. Y acá no lo pensé desde ningún lado; hay canciones más bailables y otras que no.

Entonces, me gusta esa libertad de no estar pensando tanto en componer para cierta cosa. Y encima, sumado a este año que está sucediendo [tanto] y [en la escena musical] está todo más ‘calmo’ -porque estamos todos en casa- también siento que es un buen momento para sacar canciones quizás con tinte un poco más tranquilo. Justo a mí se me dio de casualidad porque gran parte del disco está hecho desde enero y no sabíamos que iba a pasar todo esto, pero me di cuenta que terminó siendo eso: un disco más tranquilo, con otros tintes y con cambios en mi voz más relajados y que, si bien las canciones son canciones que puedes ver y disfrutar en un recital parado, no tienen esto de lo “bailable” al cien por ciento.

Foto de Disonantes.cl

Tomando un poco el tema de “VOL. 3D”, me parece que es un álbum mucho más personal. Tratabas de hablar contigo misma. Este nuevo álbum, ¿tiene un concepto parecido?

Bueno, no. Este nuevo álbum es mucho más mezclado. Va a incluir a “Gritan Fuerte” que es una canción de lucha y bien apuntada hacia la lucha de las mujeres. Luego, vienen otras canciones como “Laberinto” que son más sensoriales (como cuando ves a alguien, te gusta y toda esa secuencia).

No sabría decirte cuál es el cien por ciento de las temáticas, pero sí es verdad que “VOL. 3D” era más hacia mí misma. Estaba como en ese quiebre y tenía en todo ese tiempo las inseguridades en mi cabeza de hacer [precisamente] ese quiebre en la carrera y en lo que venís haciendo. Estaba más pintada por la inseguridad que por la situación que tengo ahora. A mí me gusta la carrera que estoy haciendo y vamos para adelante; veremos qué pasa con el público. En ese momento estaba más tambaleando.

Y ese tema de quiebre, ¿también lo ves reflejado en tus canciones? Porque, como comentabas en la transmisión de Cuarentena Fest, te habías separado emocionalmente de algunas canciones para luego retomarlas. Hubo un cariño nuevamente. ¿Sigues teniendo esas sensaciones?

Sí. Al principio hubo un momento en el que me peleé un poco con la primera parte de mi discografía y, luego, pasó eso, me amigué con las canciones que me parecen que funcionan a través del tiempo. Hay otras que no, que me parecen que estuvieron bien para cierto tiempo, pero ya no más. Y que no creo las vuelva a tocar, la verdad. Pero soy consciente que una canción como ‘Como Soy’ -una canción con la que todo el mundo me identifica- (siento que) es lindo darle esa reversión y que siga en los shows. Ahora encontré una versión que me gusta mucho, que la estoy tocando en vivo al encontrarle musicalidad actual que hago. Sigo tocando esa canción que tanto le gusta la gente y no quiero dejarla a un lado tampoco.

¿Cómo se dio esa transición de tocar en bares a tocar frente a una pantalla? Obvio, más allá del formato voz y teclado que lo vienes trabajando desde hace un tiempo.

Agradezco que ya estaba en el proceso de trabajar en un show solista. Gracias a eso, los shows que puedo dar por streaming no son muy complejos porque no tuve que bajar la calidad las cosas que estaba haciendo porque ya venía formándome y aprendiendo a grabarme. Tengo mi micrófono y mi placa, cosas que en este instante son necesarias trabajar mínimamente; saber un poco de los programas virtuales y saber sonar en vivo. Pero sí, fue bien raro. El primer recital fue rarísimo, el primer streaming no entendía muy bien qué pasaba. A la vez, cuando es en vivo tenés los nervios casi iguales que cuando estás en la comodidad de tu casa.

Hay muchos recitales streaming que son más de mandar un video en vivo tocando y después lo programan todo. Son distintos y son más cómodos. Como un gran videoclip continuado en el cual a mí me encanta porque, lógicamente, puedes pensar en algo más elaborado. Pero los que son realmente en vivo tienen esa vibra porque te das cuenta que la gente te está viendo. Además, tenés un feedback, tenés un chat, un vivo. Pero todos extrañamos el público real e ir a ver a bandas. Por más que esta sea una buena alternativa, el estar todos en un mismo lugar no se iguala a lo virtual.

Claro, es parte de la conexión. Y, tras todo esto, ¿ahora estás componiendo?

Sí. Hace menos de un mes me senté de nuevo a componer de cero (que no lo había hecho durante la cuarentena). Y estoy super contenta porque me salieron algunas canciones nuevas que estoy viendo qué hago, si entran al disco [o no]. Estoy haciendo ahí unas locuras.

El disco está terminado, pero, viste que todo lo nuevo te emociona y quieres ponerlo. Así que, no sé, estoy viendo ahí si entran o quedan para el lanzamiento más adelante. Pero estoy super contenta porque pensaba que estaba bloqueada con la composición, pero no. Surgió.

Sobre todo porque esta época es también un momento de experimentación

¡Total!…y a la vez tengo un poco de miedo con las letras porque, ¿de qué hablo si estoy todo el tiempo en mi casa? (risas). Las letras van a estar, un poco, bajo el efecto cuarentena. Creo que toda la música que salga en el verano va a tener su tinte de cuarentena.

Imagínate, todos van a hablar de “Cuando estaba encerrado…”

¡Sí! Es lo que nos atraviesa. Inevitable.

¿Eso tratas de expresar en tus letras? ¿cosas del día a día? ¿o cómo lo desarrollas?

En general, me surgen y no lo pienso tanto. Pero sí me es muchísimo más fácil y real hablar de cosas que me atraviesan o atraviesan a un entorno muy cercano. Me cuesta mucho ponerme en el lugar del otro, pero sí hablar sobre el otro, ponerle palabras a lo que se siente. Sobre todo porque hablo siempre en general super sentimental. Sería difícil ponerles palabras a esos sentimientos si no los logro entender primero.

Entonces, trato de respetar ciertas temáticas de las que no tengo voz para decir cosas y ponerlas en una canción. Me pasa eso. Hay ciertas temáticas que me cuestan y las respeto. Trato de encontrarle las palabras justas. Hay otras que no, que simplemente porque no se me ocurre qué decir. Es difícil, la parte de las letras es muy complicada. A veces te sale cosas porque estás muy abrumado y, a veces, tu cabeza está en blanco y… bueno ¿de qué hablo ahora? (risas). Hay gente que puede –qué se yo– mirar una película e inventar una letra al respecto. A mí nunca me salió, pero me encantaría. Me gustaría ser un poco así.

Foto de Indie Hoy

¿Sigues retomando [algo] de tu onda folk? Es decir, ¿aún agarras vibras de por ahí?

No. Ya casi no, la verdad. Igual duró muy poco esa etapa. Lo que pasa es que fueron en los comienzos, entonces quedó muy marcado. Pero fue durante feriado –casi dos años– que no volví a tocar canciones con ese tinte. No me sucedió más. Ya después, cuando descubrí todo este universo más pop, ya menos que menos. Pero no, quedó ahí. Quedó varado (risas).

Por ahí va la razón de dejar de lado el folk: un nuevo mundo, nueva exploración.

Sí. Lo que pasó es que, en realidad, cuando yo investigo un poco de la música que escuchaba antes, tenía más que ver con la música que hago ahora. Lo que pasa es que, a veces, la composición que te surge en el momento es, capaz, no sé… en el 2014 estaba escuchando muchísima música folk porque también era el momento mundial de esa música. Estaba a full de Lumiers, a full de Mumford & Sons. Entonces, era lógico que estaba escuchando más de eso y estaba más impregnada de esa música. Pero, quizás cuando pasó esa ola, me di cuenta que no era lo que a mí me apasionaba. Si bien disfruto muchísimo un disco de esos, porque, para mí, tienen un sensibilidad y nostalgia hermosa, la música que a mí más me mueve tiene que ver con el pop y bandas como Arcade Fire, no sé… Estoy en otro estilo que no tiene nada que ver con esa era. Pero está bien. A mí me gusta pensar que estamos formados de muchísimos estilos musicales y que todos nos hace quienes somos.

Definitivamente. Sí, claro.

A veces la gente te encasilla en un lugar y te cuesta, como, vos, haz otra cosa. “No, pero si vos era la chica dulce del Ukelele”. Bueno (risas). ¿Viste? Eso cuesta un poco. Pero está bien, es parte de la vida.

Lucia, una vez fuera de esta situación, en verdad esperamos poder tenerte pronto por aquí. En 2018, más o menos, estuvimos cerca, pero, lamentablemente, no se pudo concretar la visita a Perú.

Sí, estábamos ahí, muy cerquita de lograrlo. Pero, bueno, a veces pasan cosas. A veces se juntan varios shows en simultáneo y sacar los pasajes, hacer todo a veces te complica un poco más. Pero hace muchísimo que quiero ir a Perú. Desde que inicié la carrera, de la cual tengo muy buena repercusión con Perú y siento muchísimo cariño. A veces me escriben [incluso]. Es un destino que siempre tengo en mente y me da muchísimas ganas de conocer.

¡Toma nota! Recomendaciones para todo artista independiente por Lucia Tacchetti

Lucia no dudó en brindar consejos y recomendaciones a todo artista emergente que empieza o continúa en el proceso de ser reconocido por un mayor público. Claramente, sus experiencias en tours por Europa y Estados Unidos le han llevado a recolectar mayores experiencias y, con ello, nuevas formas de entender cómo funciona esta carrera.

«Para mí, siempre es importante sentirte orgulloso de lo que estás haciendo. Que te guste mucho a vos. No importa con las herramientas con las que lo estás haciendo, pero que vos lo escuches y digas “Esto me gusta, tiene algo que me identifica y me siento orgulloso de esto”. Es algo muy difícil de lograr. Pero si empezás con eso, en general, las cosas van mejor. Y no dejarse engañar por un montón de cosas que crees que debes tener para empezar tu carrera. La realidad es que, para empezar tu carrera, tienes que empezarla: hacer canciones, subirlas y animarte a mostrar tu arte al público. Porque, si no los mostrás, la realidad es que nadie va a saber que estás ahí. Nadie te conoce, y, los pocos que te conocen, llegan a un límite. A mí, en su momento, me ayudó el internet: YouTube, Facebook, Instagram (en ese momento) y BandCamp para animarme a mostrar cosas.

Capaz ahora está más naturalizado esto de subir tus cosas a redes; pero es la realidad, es mostrarlo. Tenés que seguir generando lazos. Animarte a escribirle a músicos que te gustan y decirles “¿Querés colaborar?” Animarte a escribir a lugares para tocar en vivo, a festivales también. Lógico que siempre hay que ver dónde estás parado. Obvio que si recién empezás, busca festivales quizás más de músicos independientes, cantautores o ciclos de canciones. Lógicamente, hay que ir evaluando al principio dónde crees que te van a decir que sí. Lógico que si les escribís un mail a Glastonbury no te va a contestar nadie.

Está buenísimo aspirar a esas cosas, pero hay que ir empezando con lo ‘terrenal’. Y eso. Unirme con músicos a mí, en un principio, fue lo que más me ayudó porque, como había ciclos de canciones –ir cantar dos canciones, tres– ibas conociendo a músicos, el ambiente, y el público te empieza a conocer. Esa, para mí, es la manera de estar activo. Haciendo entrevistas a radios, canciones por YouTube, canciones nuevas para subir a Spotify, tratando de dar recitales y en vivos.

No sé, por más que te vean tres personas, no importa; hay que moverse y estar lo más activo posible. No encuentro una manera de que alguien venga y te diga “Vení, conmigo vas a conseguir esto, esto y esto”. Eso, para mí, es siempre una mentira; porque, la realidad es que, por más que después logres tener un equipo de trabajo, [todo] se hace trabajando. No hay mucho misterio: el trabajo lleva a que tu carrera vaya cada vez mejor. Y la manera para trabajar de un músico es mostrando su arte. Entonces, todo va al mismo lugar. Hay que estar creativo lo más posible».

Texto por Ryu Endo Orosco