Christoph Schneider, baterista de Rammstein, tuvo una entrevista con Metal Hammer y dio detalles de su vida como músico en Alemania Oriental. Y es que antes de la caída del muro de Berlín, ser músico era mucho más complicado aún. Las bandas profesionales sí tenían permiso para tocar y trabajar como músicos; sin embargo, si recién empezabas a salir a la luz, tenías que tener un certificado y ser clasificado en 3 niveles.
«Para obtener tu certificado, tenías que tocar frente a una comisión, como un jurado, que decidía si tenías las canciones correctas… solo se te permitía tocar un 40% de covers en tu set, el resto tenía que ser tu música», explicó Schneider.
Estas estrictas medidas del gobierno las vivió en su banda Die Firma. Esta era una banda punk con un estilo oscuro, influencias góticas y con letras que protestaban contra el sistema. «Esto no estaba permitido, por supuesto, éramos una banda underground», dijo, «Todos los otros miembros de Rammstein también estaban en bandas underground. Solíamos tocar en clubes pequeños con todo tipo de fanáticos: fanáticos, góticos, punks».
«Sin embargo, el gobierno tenía a su gente en todas partes: espías del Servicio Secreto. Lo que era divertido era que no podía imaginar una banda más dura que la mía en ese momento, y teníamos dos personas en la banda que eran espías: ¡el cantante y el tecladista! ¡Jaja! Increíble. No eran profesionales, no nada. Eran espías contratados que recibían un pequeño pago y de vez en cuando tenían que informar sobre la escena musical».